En Cáhuil quedó la última obra de un período de cuatro años en que se materializó el fomento de la pequeña minería a través de la entrega de equipamiento y recursos para reparar pretiles, recuperar salinas y construir una Sala de Control del Yodado del blanco mineral no metálico.
A solo cuatro días de terminar su período como SEREMI de Minería de la Región de O’Higgins, Leonor Díaz Salas, se reunió por última vez con los salineros de la comuna de Pichilemu. El motivo: inaugurar la Sala de Procesos de la Sal de Mar, que beneficiará a los socios de la Cooperativa de Salineros de Cáhuil, Barrancas y La Villa.
Acompañó un radiante sol, a una ceremonia que estuvo liderada por la SEREMI de Minería; la Alcaldesa (S) de Pichilemu, Morín Contreras; los concejales María Verónica Ramírez y José Luis Cabrera; el Director Regional de JUNAEB, Iván Acevedo; el Vicepresidente de la Cooperativa de Salineros de Cáhuil, Barrancas y La Villa, Luis Carvajal, y los socios de la organización, así como representantes de la Corporación Del Libertador, ejecutores del proyecto que dio vida a la Sala de Procesos.
Como lo destacó el Vicepresidente de los salineros, Luis Carvajal, la “Sala que hoy inauguramos, es el hecho puntual, pero esta obra es parte de un trabajo constante que realizamos los salineros junto a la SEREMI de Minería. Fueron cuatro años de un una fructífera labor; recibimos apoyo para adquirir equipamiento para el desarrollo de nuestra tarea, así como para reparar los pretiles de nuestras salinas y recuperar cuarteles salineros que estaban abandonados”.
“Los trabajos –continuó Carvajal- se fueron aunando unos con otros, para lograr mejorar el precio de nuestra sal que salía a nuevo mercados, su valor, prácticamente se cuadruplicó. Y salir a los nuevos mercados –detalló- implicaba cumplir con la normativa vigente: yodar nuestra sal… Lejos de desanimarnos, la SEREMI de Minería y su equipo nos apoyaron y en diciembre del año pasado se inauguró la sala de control de yodado de la sal de mar, hoy, inauguramos esta Sala de Procesos. Entonces, cómo no estar agradecidos, cómo no reconocer este trabajo que beneficiará a cada uno de los socios de nuestra cooperativa, tal como ha ocurrido con los apoyos que se han entregado en todos estos años”.
Trabajo integral
A las palabras de los salineros se sumaron las de la Alcaldesa (S), Morín Contreras, quien sostuvo “para nosotros, esta Sala viene a sellar un trabajo que se ha venido desarrollando en estos cuatro años y que busca entregar herramientas a nuestros salineros, ayudándoles a mejorar su productividad y la venta de la sal de mar. Todos sabemos que no sacamos nada con tener productos sino podemos venderlos, entonces, que nuestros salineros puedan cumplir la normativa vigente y entrar al comercio establecido, es un gran avance”, señaló.
Asimismo, indicó que “nos enorgullece ser el centro de esta labor que implicará tener trabajo todo el año en Pichilemu, ya que acciones como las desarrolladas por la SEREMI de Minería con nuestros salineros, fortalecen el carácter turístico y económico de este sector”.
Antes del corte de cinta, la SEREMI de Minería, Leonor Díaz, se refirió al trabajo realizado con los productores del blanco mineral, indicando que “esta labor que hicimos junto a ustedes, siempre buscando mejorar vuestra productividad y calidad de vida, responde a la tarea encomendada por la Presidenta Bachelet de fomentar el desarrollo de la pequeña minería en la Región de O’Higgins. Estamos orgullosos del trabajo concretado y tenemos la certeza que sabrán aprovechar la infraestructura e inversión realizada con la finalidad de apoyarlos en el desarrollo de la ancestral labor de extraer este producto único”.
La ceremonia continuó con el tradicional corte de cinta que dio por inaugurada la Sala de Procesos de la Sal de Mar, donde todos los socios de la Cooperativa podrán yodar y envasar su sal, para luego medir que el yodo incorporado se encuentre dentro de los márgenes establecidos por la normativa vigente.
Degustación
En la ocasión, se degustaron ensaladas de lechuga y tomate, preparadas por la empresa Soser, quien como proveedora de alimentación escolar, solo debe cocinar con sal de mar, de acuerdo a los establecidos por JUNAEB es sus bases de licitación, en el marco de su Plan Contra la Obesidad Estudiantil. En él se establece que deben cocinar con el blanco mineral no metálico, para permitir mejorar la aceptación de la comida por parte de los estudiantes e incentivar la identidad regional.
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