Cuenta la leyenda que corría el mes de abril de 1984. Siete suecos, de los cuales no se sabe porque razón se habían vuelto fanáticos del swing, decidieron tomar un avión y viajar a Nueva York en busca de las fuentes. Sin Internet ni videos de YouTube, apenas habían conseguido algunos viejos videocasetes con películas de Fred Astaire. Harlem no era entonces un lugar amigable para rubios de casi dos metros. Pero ellos estaban empecinados en aprender con los maestros de los años dorados. Apenas llegaron, buscaron en la guía: Al Minns. Y lo encontraron al primer llamado. Minns, una leyenda de la década del ´30, no solo vivía. Además daba clases y estaba dispuesto a viajar a Suecia para enseñarles. Lo mismo ocurrió con el mítico Frankie Manning. El boom se estaba gestando. Pronto, el furor por los bailes de los abuelos se replicó en sitios tan remotos como Barcelona, Corea, Lituania, Buenos Aires y …Santiago.

Sí, en nuestro territorio, el swing se abre paso entre las cuecas y el reguetón. Se organizan bailes para cada día de la semana, hay festivales y campeonatos y hasta se abrió la primera escuela que enseña como bailar swing. Lugares como Barrio Bellavista, Parque Bustamente y ciudades como Valparaíso y Concepción entraron en la movida.

Para empezar a entender de qué se trata, primero habría que aclarar que el swing es la música y el lindy hop es el baile. Los bailarines, entonces, se llaman lindyhoppers. Como el tango, se baila en pareja, pero el guía puede ser tanto el hombre como la mujer.

Si volvieron los tocadiscos y hasta quieren reflotar el casete, si jugar al ping pong los sábados a la noche está de moda y las bicicletas con diseños más antiguos son las que tienen más “onda”, era lógico, que el swing también tuviera su regreso.

“Desde su rescate en los años 90, el ‘lindy hop’ no ha parado de extenderse. La energía positiva que desprende y la familiaridad con la música swing han sido la clave para que haga furor en todo el mundo”, dijo Laura Bel, una catalana cofundadora –junto a Alex Mollá- de Swingtiago.

Según opina, la profunda crisis económica que azotó a Europa en los últimos años hizo que la sociedad actual haya empezado a preguntarse “¿qué falló en el camino?”, motivo por el cual muchos “han vuelto la mirada hacia el pasado y la moda retro”.

Santiago no es la excepción. Y hoy por hoy, se hace común ver gente bailando estos ritmos no solo en casas, salas o escenarios, sino también invadiendo parques, plazas y calles. Tanto ha sido su éxito, que hace pocos meses  finalizó el segundo festival de este baile, el que por 4 días transformó a Santiago en uno de los epicentros del “lindy hop” en Sudamérica.

“Es una gran fiesta”, dice Alex Mollà, sobre este movimiento  que reúne a centenar de fanáticos Y recalcó que es una tendencia que se comienza a extender por todo Chile.

Así es como todo el ritmo y energía de este baile llega a Rancagua. De la mano de Vilma Catalán bailarina y gestora quien en noviembre pasado  trajo a la banda Charlie Chaplin Orquesta exponentes de estos ritmos… y que hoy en alianza con Swing Santiago y gracias a Teatro Bohem comienza la primera escuela de Swing en Rancagua, que busca formar el primer movimiento swing de la ciudad.

A Rancagua le hace falta encontrarse, moverse y salir de las casas, no basta con encontrarse a comer o tomar, es importante poner y sentir con el cuerpo, relacionarnos con los otros a partir del movimiento, comenta Vilma Catalán, impulsora de esta idea en la ciudad de Rancagua, quien agrega que la idea no es solo aprender un nuevo baile, sino que participar en una dinámica de amistad y camaradería.

Para todos aquellos Rancaguinos que están en la ciudad, la cita es para este miércoles 24 de enero a las 19:00 horas en Teatro Bohem ubicado en Alcázar 83 Para aprender este viejo nuevo ritmo de la mano de los profesores de la academia Swingsantiago. La escuela promete hacer fiestas swing con música en vivo cada mes para sus alumnos y abierta a todo público.

Mas informaciones llamando a los teléfonos 72 2231262 o en la página www.teatrobohem.cl

 

 

Print Friendly