Los anuncios del gobierno para implementar un pronto regreso al año escolar, han generado una ola de críticas entre los alcaldes del país y sobre todo de aquellos cuyas comunas aún permanecen en cuarentena, debido a la pandemia del coronavirus.

Es el caso de Graneros, donde el edil Claudio Segovia, ya señaló hace algunas semanas, “que acá los alumnos no volverán a las clases presenciales. La vida es más importante que las teorías y contenidos curriculares. Sería una irresponsabilidad arriesgarlos”.

Esta decisión ya ha sido replicada por otros jefes comunales, como Rodrigo Delgado en Estación Central y Cathy Barriga en Maipú, sustentando sus posiciones en orden a que no están dadas las condiciones sanitarias.

Frente a este escenario, el alcalde Segovia, remarca que la determinación, “no solo le corresponde al Ministerio de Educación, sino también, a los padres y apoderados. Son ellos los que final del día van a decidir si envían o no a los hijos al colegio. Creo que se está actuando con demasiada celeridad en un tema que es súper sensible y que puede provocar contagios altamente masivos”, sostiene.

Nuevos horarios, clases más comprimidas y sistema de turnos

La contingencia del COVID-19 ha sido una oportunidad para descubrir nuevas formas de llevar la vida laboral y académica. Bajo este respecto, el alcalde Claudio Segovia, indica que, “es momento de repensar el sistema y acercarlo a la realidad que hoy vive el mundo. Me imagino un regreso a clases con un sistema mixto, es decir, algunos días presenciales y otros de forma telemática. Menos alumnos por sala; dejemos en el olvido los uniformes, salvo que solo sea un buzo distintivo de cada colegio; incorporar contenidos más comprimidos y medidas de protección personal; cambios en los horarios de ingreso y salida. Aún no entiendo por qué los alumnos entran tan temprano y salen tan tarde, cuando está comprobado que la concentración absoluta dura solo un par de horas. Tenemos la oportunidad para mejorar pero observo que lo único que nos preocupa es regresar lo antes posible, sin valorar lo realmente importante, que es el derecho a seguir viviendo en un ambiente mucho mejor que el de antes”.

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