Uno de ellos es Alfredo Carrasco, quien debe usar silla de ruedas, lo que no es impedimento para alcanzar sus sueños, como el invernadero hidropónico inclusivo que implementó en Quinta de Tilcoco.

Mientras muchos jóvenes de los sectores rurales optan por emigrar a la ciudad hay otros que están apostando por el campo y la agricultura, buscando y encontrando buenas oportunidades en el mundo rural. Para ellos, INDAP tiene diversos programas de apoyo, con el propósito de incentivar la permanencia de los jóvenes en el campo, ya que es fundamental que esta generación tome el relevo y siga produciendo alimentos y contribuyendo al desarrollo rural.

En la Región de O’Higgins existe un grupo importante de jóvenes que han hecho su opción por el campo y la agricultura, sector en que están impactando positivamente con sus energías, creatividad e innovación.

El director regional de INDAP, Juan Carol García, destacó el ejemplo de tres jóvenes emprendedores a quienes visitó para conocer sus proyectos.    Ellos son Alfredo Carrasco, de Quinta de Tilcoco; Daniela Alarcón, de Doñihue; y César Díaz, de Peumo.

ALFREDO CARRASCO, UN GUERRERO DEL AGRO   

Alfredo Carrasco, a sus 24 años es un ejemplo de fortaleza y espíritu de superación. Un accidente lo dejó en silla de ruedas y por un momento sepultó sus sueños y proyectos. Sin embargo, con su temple y el apoyo de su familia recuperó la esperanza y empezó de nuevo a soñar. Esta es la historia de Alfredo, un joven usuario de INDAP.

Hace aproximadamente tres años, cuando practicaba ciclismo de montaña, sufrió un accidente que lo dejó parapléjico. Enfrentó difíciles momentos, se sometió a un duro tratamiento de rehabilitación y aunque no pudo volver a caminar decidió retomar su vida y sus proyectos. En el campo de su padre, en Quinta de Tilcoco, empezó a cultivar lechugas y melones.  

Además, se adjudicó un proyecto FIA para jóvenes innovadores, denominado “invernadero hidropónico inclusivo” de 250 m2, de estructura metálica y con cubierta de policarbonato, con mesones de producción diseñados para que lo puedan trabajar personas que utilizan sillas de ruedas. Uno de los objetivos es tener una unidad demostrativa productiva que puedan visitar personas con discapacidad y alumnos, entre otros.

“Yo siento una conexión con la tierra y me gusta ver crecer los cultivos –señaló Alfredo Carrasco-. Después del accidente que sufrí, pensé que ya no iba a poder seguir en el campo y yo estaba programado para trabajar la tierra; había terminado la carrera de Tecnología Agrícola. Luego de este accidente, en la que la vida me puso un freno, pensé en cómo continuar y ahí surgió la idea de construir un invernadero. Ahora cultivo lechugas hidropónicas y en el exterior cultivo melones y lechugas. Así he podido salir adelante, con el apoyo de mi familia y la ayuda de INDAP”.

DANIELA ALARCÓN

Daniela Francisca Alarcón Aburto (32 años) trabajaba con su papá en estructuras metálicas y ahí pensaba continuar. Sin embargo, relato que “cuando confeccionábamos líneas seleccionadoras de arándanos conocí el mundo de la agricultura, me llamó la atención y decidí arrendar dos hectáreas para poder plantar frutales”. Se acreditó en el INDAP en octubre de 2013, año en que ingresó al Prodesal de Coltauco, hasta el año 2018, en que ingresó al SAT de Frutales. Explota en calidad de arrendataria 5 hectáreas de terreno; 4 con nectarines y 1 de cerezos 1er. año, apoyada con PDI Programa de Desarrollo de Inversiones) GORE 2020 (para una hectárea de cerezos).

En años anteriores INDAP la ha apoyado con IFP para plantación de una hectárea de nectarines y para un proyecto de riego por goteo; PDI para plantación  de 2 hectáreas de nectarines, PDI para nebulizadora de 2.000Lts, materiales de riego para duraznos. También ha solicitado créditos; vende su fruta en feria Lo Valledor y sus proyectos son continuar en la actividad agrícola.

CÉSAR DÍAZ MALDONADO

César Antonio Díaz Maldonado (23 años) comenzó muy Joven a trabajar en una empresa viverista de la zona, donde aprendió el oficio de la multiplicación de plantas, de todos tipos, ornamental y frutales. Participa en el  Prodesal Peumo y se ha adjudicado diversos proyectos de inversión que le han permitido desarrollar su propio negocio.

Actualmente posee un invernadero que utiliza de sala de venta en el sector de Cachapoal en plena carretera de La Fruta y otro invernadero que destina a la propagación de plantas.

Estudió y egresó como técnico agropecuario del Liceo  Jean Buchanan y  de técnico veterinario en la Universidad Santo Tomás.

Mantiene una producción de plantas y flores, entre ellas hortensias, plantas de temporada como alegría del hogar, petunias, gasanias, rayito de sol y en invierno produce orejas de oso, pensamientos, prímul.

“Empecé en esto como hobby; coleccionaba orquídeas –indicó César Díaz-. Partí con un vivero pequeñito; después me acerqué al INDAP que me apoyó con una sala de ventas y seguí creciendo más. Dejé el trabajo que tenía, me independicé y me ha ido súper bien con este proyecto”.

APOYO DE INDAP A JÓVENES RURALES

​El SEREMI de Agricultura, Joaquín Arriagada, valoró el ejemplo de estos tres emprendedores; resaltando la importancia de apoyar a los jóvenes rurales, los cuales son identificados como un grupo perteneciente al rango etario que va desde los 18 a 35 años de edad,  que tienen un gran potencial de emprendimiento e innovación.

Agregó que el Ministerio de Agricultura, a través de INDAP, apoya a los jóvenes rurales, mediante una línea especial de crédito y de la implementación de la Red Nacional de Jóvenes Rurales, la cual está conformada por las “Mesas de Jóvenes rurales” y la Comunidad Virtual “Yo Joven & Rural”.

El director regional de INDAP, Juan Carol García, explicó que las Mesas de Jóvenes Rurales, son una instancia de participación ciudadana, creada como medio de relacionamiento con los jóvenes organizados, “buscando también retroalimentarnos permanentemente de sus necesidades”. Añadió que la Comunidad Virtual “Yo joven y Rural” cuenta con casi 4.000 miembros que participan y la mantienen en constante movimiento. A través de esta comunidad, los jóvenes realizan intercambio de experiencias, comparten información, difunden capacitaciones, venden sus productos y servicios y visibilizan iniciativas regionales.

Finalmente, Juan Carol García señaló que INDAP continuará con sus programas de apoyo a los jóvenes rurales, quienes además cuentan con priorización de puntajes en los distintos concursos de INDAP en la región, contribuyendo así a la inclusión de esta nueva generación en el campo y dejándoles así planteada la oportunidad a participar de los concursos e instancias que INDAP les ofrece.

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