Llevamos cerca de seis meses de pandemia que no han pasado indiferentes para nadie. La emergencia sanitaria nos ha alejado de nuestros seres queridos y amigos, nos ha sacado de nuestros espacios sociales y laborales, pero también se ha transformado en una oportunidad para desarrollar capacidades que no pensábamos que teníamos. Ello también ha sucedido en educación inicial, donde hemos podido continuar con el proceso educativo de nuestros niños y niñas potenciando y afianzando los vínculos con sus familias y su entorno diario.
Desde un principio la comunidad de la JUNJI se enfocó en canalizar las nuevas oportunidades en un trabajo oportuno y directo que continuara con la tarea de enseñar con calidad y potenciara el aprendizaje de los niños y niñas, pero ahora con un componente nuevo en los procesos: “la familia y su entorno”, ya que es en el hogar de cada uno de ellos en donde se han gestado estos procesos innovadores de enseñanza.
Cuando comenzó la emergencia sanitaria, nos preguntamos ¿cómo vamos a hacer este trabajo?, ¿cómo vamos a mantener el vínculo con nuestros niños? ¿cómo vamos a hacer para continuar educando a través del juego?… A través del trabajo remoto y el férreo compromiso, la JUNJI ha mantenido su misión institucional, resguardado los derechos de niños y niñas, de brindar una educación inicial de calidad.
La aplicación “Mi jardín Junji” ─que cuenta con 1.029 unidades educativas y 33.251 familias conectadas a nivel nacional─, reuniones virtuales para reunir a niños y niñas, videollamadas de saludo diario y de cumpleaños, actividades para realizar en familia, reuniones virtuales de apoderados, son sólo algunas de acciones que desarrollamos en la JUNJI en este trabajo a distancia que nos ha permitido mantener nuestro compromiso con la infancia sabiendo que los aprendizajes en pandemia no se detienen.
Si bien nada reemplaza la educación presencial y que el jardín infantil es un espacio fundamental, podemos decir con orgullo que nuestros niños y niñas junto a sus familias y educadoras han continuado un trabajo diario y permanente. Las familias han transformado y dispuesto sus hogares para ofrecer oportunidades lúdicas, desafiantes y entretenidas para niños y niñas, con el convencimiento de que a través de situaciones simples y concretas se despliegan infinitos aprendizajes: tender la ropa, clasificar los calcetines, ayudar en tareas del hogar, cocinar…
Lo descrito se ha llevado a cabo gracias a nuestros equipos educativos que han dado todo de su parte para que la JUNJI continúe con el trabajo de apoyo permanente en la educación de nuestras niñas y niños de la región. La invitación es a seguir aprendiendo de las oportunidades.
Lilia Libuy Vicencio
Directora regional JUNJI
O’Higgins
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