Identificar, consensuar y definir en conjunto la misión y visión del sector, es el objetivo de estos talleres que se están realizando a nivel nacional. En ellos se recopila información que permitirá definir de forma específica la agenda estratégica de trabajo que se confeccionará,proyectada a 10 años, para apoyar al rubro en la cadena productiva.

La Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA), en su rol de coordinador de la mesa de la quinua, sector centro-sur,  junto con la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Instituto de Investigaciones Agropecuarias (INIA) realizaron, en INIA Rayentué,  un taller de trabajo, con el fin de identificar, consensuar y definir en conjunto la misión y visión del rubro quínoa.

La actividad, que contó con la participación de  productores e investigadores de INIA,venidos desde la Cuarta, Quinta y Octava Región, junto con académicos,ligados a este cultivo; además de funcionarios del nivel central de INDAP, FIA e ISP, fue moderada por el ejecutivo de FIA, Manuel Pinto Cabrera y tuvo como objetivo potenciar al sector hacia un propósito común.

Javiera Pefaur, profesional de ODEPA y coordinadora de la mesa de la quinua, señaló “el objetivo de estos talleres es levantar una misión y visión del rubro quínoa, que nos dé un rumbo, para dirigir nuestras acciones y darlesprioridad en cuanto a definir una agenda de trabajo en el sector, proyectada a 10 años. Por lo pronto, agregó, realizaremos esta actividad en la zona norte, con lo que uniremos información de las tres macro zonas  –sur, centro sur y norte-esto nos permitirá unir las visiones de los tres sectores, y con esos antecedentes definir una visión del rubro a nivel nacional”.

Para el doctor Christian Alfaro, investigador de INIA Rayentué y coordinador del programa de fitomejoramiento de quínoa, que ejecuta el INIA a nivel nacional, señaló que esta instancia ha servido para saber cuáles son las demandas de los productores, orientadas a desarrollar el rubro en todos los ámbitos y especialmente para el INIA, respecto de saber cuáles son las mejores variedades para cada zona y dentro de eso, agregó, saber que requerimientos deben cumplir esas variedades para obtener un producto que cumpla las exigencias, tanto para el mercado externo como nacional. Alfaro añadió que las necesidades que fueron planteadas por los agricultores están directamente relacionadas con los objetivos del programa que desarrolla el Instituto.

Por su parte los productores que asistieron al taller, lo calificaron de “interesante, toda vez que estas instancias sirven para avanzar en lo que queremos”, señaló Lucía Cano, productora del sector de Cahuil, en la comuna de Pichilemu, quien agregó: “para avanzar hay que pasar por todas estas etapas, que sirven  para ir estableciendo puntos que nos ayuden a organizarnos”.

Entre las conclusiones podemos destacar que existe una visión compartida entre los involucrados, haciendo notorio la necesidad de realizar avances significativos  en temas tales como investigación, referente a variedades adaptadas a las distintas zonas y sus potenciales usos, además del manejo productivo.

Asimismo, quedó de manifiesto que es necesario avanzar en la comercialización,dado que en opinión de los mismos productores participantes del taller se requiere estandarizar la calidad de la quínoa que sale al mercado.

 

 

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