El Programa “SIRSD-S” benefició a más de mil 900 pequeños agricultores y permitió intervenir una cifra superior a las 10 mil hectáreas.

A más de dos mil trescientos millones de pesos alcanzó este año en la Región de O’Higgins la inversión de INDAP en el Programa Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), cuyo objetivo es recuperar los suelos agropecuarios degradados y mantener los ya recuperados. Avanzar en el logro de ese propósito es fundamental, puesto que los agricultores necesitan  tierra fértil para producir.

Esta iniciativa corresponde a un instrumento de fomento del Ministerio de Agricultura, que ejecutan el SAG con los agricultores de mayor desarrollo productivo e INDAP con la Agricultura Familiar Campesina. A través de este programa se entregan recursos financieros para apoyar a los agricultores en diversas prácticas que buscan conservar los suelos y disminuir la erosión.

Este año, INDAP O’Higgins realizó tres concursos del Programa SIRSD-S, que benefició a más de mil 900 pequeños agricultores y permitió intervenir una cifra superior a las 10 mil hectáreas.

El primer concurso del SIRSD-S benefició a 145 agricultores, con 66 hectáreas intervenidas y una inversión superior a los 180 millones de pesos.

Con el segundo concurso resultaron beneficiados mil 21 pequeños agricultores usuarios de INDAP; lo que representó una inversión de   mil  402  millones 273 mil pesos, para la intervención de 8 mil 220 hectáreas. La mayoría de los Planes de Manejo presentados y ejecutados correspondió a  agricultores  principalmente maiceros, para realizar la práctica de manejo de rastrojo de maíz, que significa picarlo e incorporarlo  al suelo.

En tanto, el tercer concurso contempló la entrega de incentivos por una cifra superior a los 765 millones y medio de pesos. El número de usuarios favorecidos alcanzó a 669 pequeños productores y la superficie intervenida  correspondió a 4 mil  hectáreas.

El año pasado se llamó a dos concursos normales y a dos de emergencia, lo que significó una inversión superior a los 2 200 millones de pesos; beneficiando a 1.738 productores y una superficie intervenida de 3.655 hectáreas.

Byron Blamey, encargado regional de SIRSD-S de INDAP O’Higgins, señaló que

A través de esta iniciativa se cofinancia hasta el 90% de los costos netos de  las prácticas a ejecutar, cada uno de las cuales apunta a un aspecto específico que contribuye a lograr el objetivo del programa.

Agregó que en la Región de O’Higgins, la mayor degradación de los suelos se registra en el secano, principalmente debido a los bajos niveles de materia orgánica, bajos niveles de fertilización y a la exposición de estos a las lluvias y vientos. Por ello, el principal foco de atención para el programa en el secano es intervenir con prácticas que contribuyan a mejorar el potencial de los suelos.

Además, en el secano, para que los suelos no queden descubiertos, el programa incentiva el establecimiento de praderas permanentes, principalmente para aquellos  agricultores que explotan el rubro ganadero. En la eventualidad que exista declaración de emergencia agrícola se pueden activar las prácticas de emergencia, entre otras, establecimiento de praderas suplementarias de avena, avena-vicia, ballicas. Y así de esta manera se mantienen los suelos cubiertos y a la vez se proporciona alimentación para los animales.

También, ante la pérdida de materia orgánica el programa interviene con la aplicación de enmiendas orgánicas como guano de aves y manejo de rastrojos.

Asimismo, en el secano se está interviniendo con la práctica de zanjas de infiltración y canales de desviación en superficies inclinadas, con lo que se evita el escurrimiento del agua lluvia y con ello la erosión.

Entre las principales prácticas para el mejoramiento de los suelos agrícolas, Blamey mencionó, para el secano, el control de cárcavas, la aplicación de guano, aplicación de fertilizantes fosforados, el establecimiento de praderas permanentes, construcción de cercos, manejo de rastrojo de cereal y para suelos de riego el manejo de rastrojos de maíz y establecimiento de praderas de alfalfa, estas últimas principalmente para los agricultores que explotan el rubro de ganadería.

Blamey señaló que con el transcurrir de los años los usuarios de este programa se han podido percatar de los beneficios que éste ha provocado en sus suelos, traducido en mejores rendimientos de sus cultivos, como consecuencia, entre otros,  del mejoramiento de los niveles de materia orgánica y fertilidad de los suelos como también evitando pérdida de suelo con estructuras de contención y protección con cubiertas vegetales. Cada año aumenta la demanda por participar en este programa, lo que significa que los usuarios se han comunicado entre si las bondades que el programa provoca en sus suelos.

El director regional de INDAP del Ministerio de Agricultura, Juan García, señaló que el próximo año se continuará con este importante programa, que va en la línea de “apoyar y fortalecer la pequeña agricultura, que es uno de los objetivos del gobierno del Presidente Piñera”.

 

 

 

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