Grupos de autoayuda de Marchigüe, Litueche, Peumo y Pichilemu compartieron experiencias como parte de sus tratamientos de sanación en el área de salud mental.
Por tercer año consecutivo, el Hospital de Marchigüe fue sede del Encuentro de Salud Mental, en el cual también participaron las agrupaciones de autoayuda de los hospitales de Peumo y Litueche, incluyendo por primera vez a Pichilemu. Una jornada que en total reunió a cerca de 80 participantes de cinco agrupaciones y que tiene por fin intercambiar experiencias y buenas prácticas para el desarrollo de sus integrantes.
Desde la organización del evento, Lisette Vargas, trabajadora social de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Marchigüe contó que, “estos encuentros se llevan a cabo desde el año 2016. Tenemos dos agrupaciones en este momento en el hospital: “Vive la Vida” y “Manos Creativas”, con alrededor de 12 participantes cada una. Estos encuentros se realizan todos los años. El principal objetivo es poder fortalecer las redes sociales, comunitarias, los vínculos y la mirada que ellos tienen de la salud mental”.
En esta ocasión, la novedad fue la incorporación de la Unidad de Salud Mental del Hospital de Pichilemu al encuentro, lo cual fue calificado como positivo, según relató la psicóloga jefa, Pía Rojas. “Ha resultado bastante positivo, encuentro que las usuarias del grupo están súper motivadas, les gustaron harto las actividades que se hicieron y les sirve también para revisar otras experiencias y conocer otros tipos de actividades realizadas por los demás grupos”, agregó.
Durante la jornada se realizaron diversas actividades terapéuticas como el campeonato de bochas organizado por el Centro Comunitario de Rehabilitación (CCR), baile entretenido, pintura de vitrales y la visita al vivero “Rincón Verde”, iniciativa que ya ha sido reconocida por el Senadis y que recientemente obtuvo el reconocimiento de “Buena Práctica” del Servicio de Salud O’Higgins. Rafael Correa, kinesiólogo del CCR y uno de los encargados del vivero, explicó que el “el objetivo principal de este huerto aparte de generar una actividad ocupacional, es trabajar también con el equilibrio ocupacional de los pacientes. Muchos usuarios de nosotros no tienen la posibilidad de realizar un reposo correspondiente y tratamos de incentivarlos a que mantengan sus actividades comunitarias y que la rehabilitación sea más allá de la sala de rehabilitación, saliendo un poco del box”.
Por parte de los usuarios asistentes al encuentro, la Sra. María Eugenia Piña, integrante del grupo “Manos Creativas”, calificó como “muy buena esta iniciativa. Yo llegué muy enferma y los profesionales psicólogos y asistentes sociales nos han enseñado mucho a través de estos talleres. Hemos aprendido de reciclaje, de huertos con las plantitas y hierbas medicinales”.
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