-A María González Pérez le diagnosticaron una depresión y la venta de plantas en la feria fue su mejor terapia, recuerda.

-Desde entonces han pasado 19 años y sus plantas siguen presentes en su vida. Ahora sólo espera que la pandemia le permita volver en octubre a sus ventas de los miércoles y los domingos con su Jardín Leonor.

“Yo tenía una depresión muy compleja, ni siquiera recuerdo quién nos llevó por primera vez a la feria, pero sé que mi nieto Vicente, de 6 años entonces, me acompañó y así comencé y así me mejoré, fueron mi mejor terapia”, relata María Irene González Pérez, dueña del Jardín Leonor.

Recuerda que desde pequeña le encantan los cactus y los adquiere y los cultiva, tal como lo evidencia su amplio patio donde hay cactus de distintas variedades y portes. También cultiva las clivias “siempre dejo una mata madre y las voy reproduciendo”.  A ello, María suma una serie de plantas, como los cuernos de alce, las alitas de ángel, las suculentas, las amarantas, los filodendros y muchas otras. “Si casi no les tengo patio, pero es que me encantan, me entretienen, me despejan”, sostiene. 

A las plantas, María agrega la venta de tierra de hoja y los maceteros que sirven para dar una correcta acogida a cada nueva integrante de su Jardín Leonor.

La pandemia

Hoy, dice María, este emprendimiento “nos ha servido mucho porque estamos ambos jubilados”, sin embargo, la pandemia lo complicó todo. “Con la llegada del Covid – 19 dejé de ir a la feria porque mi esposo tiene 79 años y yo voy a cumplir 70 y tenemos miedo a contagiarnos”, relata.

Ante ello, no quedó más que quedarse en casa. Esto la desanimó mucho y “hubo dos meses, junio y julio, donde ni siquiera atendía mis flores porque me senté todo el día en un sillón. Solo me paraba para alimentarme y vender tierra de hoja, cuando pedían”…

No quería nada más, pero, en agosto “cambié el switch y comencé a ver mis plantas, a atenderlas, a limpiar sus hojas, a regarlas, en la esperanza de volver en octubre a la feria”.

Desde su experiencia, María Irene recomienda “ayudarse con un emprendimiento, a mí me sirvió mucho, ya no sabía cómo salir adelante”.

Desde otro sector de la casa muestra sus bellas hortensias, esas a las que les gusta vivir a la sombra, detalla María, e invita a quienes quieran comprar sus bellas flores a comunicarse con ella al 72 2 47 19 10 y las atenderá en su jardín del Pasaje 4 Sur N° 9 de la Población Capricornio en Graneros.

Y si todo sigue bien, en octubre próximo, encontrará a María y sus queridas plantas en la feria, los miércoles y los domingos, hasta donde llegará con sus fieles amigas, tal como lo ha hecho desde hace casi dos décadas.

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