Una innovadora iniciativa que lleva a cabo el programa de Salud Mental del hospital de Peumo.
Sin duda una de las actividades más relajantes es jardinear. Sentir el aroma de las plantas, flores y hierbas medicinales, así como percibir la sensación de la tierra mojada en las manos. La Terapia Hortícola es una práctica que ahonda en las plantas y sus cuidados, con el fin de ayudar a personas que sufren trastornos psiquiátricos así como a personas discapacitadas, ancianos y niños. Es una terapia que aprovecha las bondades de la naturaleza pero siempre con el objetivo de conseguir mejoras en las personas.
Es en este contexto que el Hospital de Peumo utiliza el invernadero existente en el establecimiento, para el tratamiento de los pacientes y usuarios del recinto. Una de estas instancias es el Huerto Comunitario. La iniciativa nació desde el programa de Salud Mental del Hospital de Peumo y está conformada por los pacientes hospitalizados, una terapeuta ocupacional, una asistente social y dos sicólogos, entre otros.
“En el caso de pacientes con diferentes problemáticas, la jardinería se transforma en un puente que permite mejorar habilidades mentales, aumentar el nivel de memoria, desenvolverse mejor en tareas manuales o bien ganar independencia. En el Hospital de Peumo además de trabajar con las plantas, vemos el tema también de la Fitomedicina. Nuestra idea es que los pacientes conozcan un poco más sobre las hierbas medicinales y puedan usarlas en sus tratamientos. Es una alternativa diferente al fármaco. Pretendemos generar un cambio en la percepción los tratamientos, que entiendan que una parte de su recuperación depende de los propios pacientes”, explicó el sicólogo, Rodrigo Cartagena, quien está a cargo del programa Salud Mental del Hospital.
Por su parte, María Cristina Salvatierra, asistente social del Hospital de Peumo, manifestó que “la idea es integrar a los pacientes más idóneos de salud mental, para que se hagan cargo del invernadero. Es una terapia que surge desde la intención de hacer algo diferente, más natural y al aire libre”.
Tiana Muñoz, sicóloga del programa de Salud Mental del Hospital de Peumo, coincidió señalando que “en el fondo estamos instalando una rutina para diversas patologías. El huerto comunitario sirve, entre otras cosas, para mejorar y trabajar las habilidades blandas, fomentar el respeto por el otro. Es un medio para conseguir un fin”.
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