En la Región de O’Higgins, la mayor degradación de los suelos se registra en la zona del secano, principalmente debido a los bajos niveles de materia orgánica, bajos niveles de fertilización y a la exposición de los suelos a las lluvias y vientos. Para recuperar el potencial productivo de los suelos agrícolas de esa y otras zonas, el Ministerio de Agricultura impulsa el programa Sistema de Incentivos para la Sustentabilidad Agroambiental de los Suelos Agropecuarios (SIRSD-S), que ejecutan el SAG con los agricultores de mayor desarrollo productivo; e INDAP con la agricultura familiar campesina.

El director regional de INDAP, Juan Carol García, explicó que la calidad de los suelos constituye la base para desarrollar una agricultura y una ganadería de calidad. Resaltó que para ello es necesario manejar adecuadamente, entre otros factores, los contenidos de materia orgánica del suelo y la condición estructural del mismo; ya que en la medida que estos componentes se pierden, las propiedades óptimas del suelo se degradan y la productividad disminuye.

El año pasado, INDAP invirtió aproximadamente mil 792 millones de pesos en el mejoramiento de los suelos de la región, beneficiando a mil 661 pequeños agricultores y cubriendo 9 mil 238 hectáreas.

Para este año, el programa SIRSD-S cuenta con un presupuesto de aproximadamente mil 840 millones de pesos, para distribuir entre mil 700 pequeños productores. Para acceder a estos recursos, los usuarios deben postular a los concursos a que se llama durante el año.

Este 2020 se realizó un concurso de suelos de emergencia y otros tres concursos regulares. De éstos, los dos últimos actualmente están en etapa de evaluación. Considerando los 4 concursos, la demanda fue de poco más mil 424 millones de pesos, de un presupuesto disponible de aproximadamente  mil 800 millones d pesos; ya que a raíz de la pandemia hubo menos demanda que años anteriores.

El SEREMI de Agricultura, Joaquín Arriagada, indicó que existen cinco programas que contempla el SIRSD-S, dirigidos a pequeños productores agrícolas. Dichos programas cofinancian hasta el 90% de los costos netos de las prácticas a ejecutar y cada uno apunta a un aspecto específico que contribuye a lograr el objetivo del programa.

El director regional de INDAP, Juan Carol García, destacó que el programa SIRSD-S tiene el objetivo de “realizar prácticas de conservación del recurso suelo muy necesarias para poder adaptarnos a los escenarios dinámicos que afectan a la agricultura y a cómo hacemos de ésta una actividad más sustentable en el tiempo”.

Entre las principales prácticas para el mejoramiento de los suelos agrícolas, están, para la zona del secano, el control de cárcavas, la aplicación de guano, aplicación de fertilizantes fosforados, el establecimiento de praderas permanentes, construcción de cercos, manejo de rastrojo de cereal y para suelos de riego el manejo de rastrojos de maíz y establecimiento de praderas de alfalfa, estas últimas principalmente para los agricultores(as) que explotan el rubro de ganadería.

Con el transcurrir de los años, los usuarios de este programa se han podido percatar de los beneficios que esta iniciativa ha tenido en sus suelos, traducido en mejores rendimientos de sus cultivos, como consecuencia, entre otros,  del mejoramiento de los niveles de materia orgánica y fertilidad de los suelos como también evitando pérdida de suelo con estructuras de contención y protección con cubiertas vegetales. Gracias a este programa se ha logrado mejorar las condiciones estructurales, biológicas y de fertilidad del suelo, situación que los agricultores ya están valorando porque logran mejores rendimientos.

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