El Hospital de Santa Cruz está en un proceso de creación de un servicio cardiológico que vaya en beneficio directo de los usuarios, una prueba de esto es la inclusión de Triny Correa Ferrer, médico, cardióloga especialista en arritmias y marcapasos, quien se suma a las filas del establecimiento santacruzano para aportar con su trayectoria y conocimientos; ayudando a cumplir con el gran desafío impuesto por el Gobierno del Presidente Sebastián Piñera de avanzar hacia un sistema de salud que otorgue protección y seguridad para todos los chilenos.
Al ser consultada respecto a su historia académica, la profesional indica que “estudié en la Ilustre Universidad del Zulia donde me gradué como médico general en el año 1995, luego realicé mis estudios de cardiología en la misma casa de estudios, en la ciudad de Maracaibo. Ejercí durante tres años para luego dirigirme a la Universidad Autónoma de Barcelona, estudiando en la unidad asistencial del Hospital de la Santa Cruz y San Pablo, es allí donde terminé la especialidad de arritmias y marcapasos para volver a Venezuela a ejercer como cardióloga o electrofisiología, que es el nombre profesional que se le da a lo que yo desempeño”.
Con una inquietud intelectual constante, Triny continuó en paralelo estudiando y trabajando. “Empecé a preocuparme por la buena administración de los recursos, hice un doctorado sobre Ciencias Gerenciales en la Universidad Rafael Belloso Chacín de Venezuela, posterior a esto realizaba trabajos tanto en la medicina privada como pública y aparte los fines de semana realizaba trabajos de carácter social”.
Es esa veta solidaria la que la llevó a crear un proyecto más integral en su país natal. ”Siempre quise impactar más allá de lo que podría lograr con cada caso, aportar sobre la educación sanitaria a nivel global, es por eso que en Venezuela generamos la fundación “Corazón Sano”, que tenía el propósito de promover salud dictando talleres, dictando charlas, promoviendo el ejercicio a la raíz de bailoterapias, caminatas, entre otras actividades”.
Respecto a cómo se gesta su llegada a Chile, la cardióloga señala que “la situación en Venezuela, sobre todo en el ámbito de la salud, se estaba tornando un poco fuerte, los médicos estábamos llenos de frustración porque estábamos limitados de recursos. Es entonces cuando empiezo a mirar nuevos horizontes, tengo tres hijos varones y el mayor decidió emigrar a Chile; desde allá me invitó a viajar y así lo hice. Me puse en contactos con varios médicos amigos y uno de ellos, la Dra. Meredith Arria, me dice que por mi perfil podría ser muy valiosa para el Hospital de Santa Cruz. Envié mi currículum, quedé seleccionada y me encanta porque llego con todo el entusiasmo para trabajar por los usuarios, para ayudarlos a que las cosas se resuelvan aquí y no tengan que derivarlos a otras ciudades”.
Al terminar la doctora dejó de manifiesto sus ganas de aportar por una mejor salud. “Hay mucho que hacer, están las ganas, los pacientes, las necesidades, en verdad que el gobierno chileno, a través de su Ministerio de Salud, me ha impactado favorablemente en muchos aspectos, muy organizado y protocolizado. Yo pienso que en unión con las entidades gubernamentales se puede hacer un trabajo muy bueno para ampliar los servicios del hospital, generar el servicio de cardiología, poder derivar la mínima cantidad posible de pacientes y que la derivación se realice de manera apropiada, optimizando los recursos al máximo”.
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