El recinto asistencial cumple más de cien años de existencia, y en ello ha sido fundamental el aporte de los funcionarios más antiguos del establecimiento de salud, como también de las nuevas generaciones.

Sin el compromiso de los funcionarios nada es posible y así ha quedado demostrado en los 107 años que han pasado desde que el Hospital de Peumo comenzó su funcionamiento, periodo donde se han dado numerosos avances en diferentes materias,  actualmente el establecimiento está a un paso de convertirse en un hospital comunitario y trabaja en el proceso del nuevo Modelo de Atención Integral de Salud.

Lo anterior significa que ha fortalecido la atención ambulatoria, las actividades de prevención y promoción de la salud, la atención de familias por sectores, pero también responde cuando las personas enferman manteniendo servicios de hospitalización, (MAIS), pero ello no es posible sin el compromiso de sus funcionarios.

Desde este año, el Hospital del Salvador de Peumo se encuentra acreditado, luego de haber pasado por un sistema periódico de evaluación externa de los estándares óptimos para garantizar la seguridad de la atención. El recinto abrió 20 camas sociosanitarias,  enfocadas en rehabilitar a pacientes adultos y adultos mayores con secuelas ocasionadas por algún tipo de patología médica. Entre muchos otros acontecimientos y avances.

Sin embargo, nada de lo anterior se habría logrado sin el trabajo abnegado de los funcionarios del establecimiento de salud. Un equipo comprometido con la salud pública que realiza su trabajo con empeño y dedicación. Todo con la finalidad de avanzar en una atención digna y de calidad. Así lo reconoce, María Teresa Vega, tecnólogo médico, jefe de laboratorio clínico.  “En mi caso son casi 25 años de servicio. Lo esencial es la vocación de servicio. En el servicio público siempre estamos con escasez de algunas cosas, pero aun así con voluntad, compromiso y ética podemos dar la atención que el paciente se merece. No debemos perder de vista que nosotros atendemos a la población más vulnerable de Chile, por lo que debemos atender con calidad. Ese es el compromiso. A pesar de los años, seguimos trabajando con las mismas ganas y con el mismo compromiso, como el primer día”.

Por su parte, Pedro Rubio, técnico paramédico de Urgencia, quien tiene 40 años de servicio, subrayó que “estoy muy agradecido y orgulloso de poder trabajar en el Hospital de Peumo. Es muy gratificante y emocionante cumplir esta labor. Esta es una gran familia que ha ido creciendo y se han ido integrando más funcionario jóvenes. Hemos avanzado mucho. Nuestro eje son los pacientes. Como funcionarios tenemos la misión y el deber de seguir avanzando por otorgar una salud más digna y de calidad para los peuminos y peuminas”.

Son historias como las de María Teresa Vega y Pedro Rubio las que motivan a diario a cada uno de los funcionarios a seguir trabajando con más empeño y dedicación, pues el Hospital de Peumo se ha caracterizado por calidad y corazón.

 

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