Rutabuka es un emprendimiento que se proyecta en varias áreas a la vez, en este momento, cuenta con una cafetería que está ubicada en el local de avenida Cachapoal y que se presenta como un lugar de encuentro para desayunos empresariales, reuniones de negocio, para almorzar algo sencillo pero rico. De la misma forma, es una vitrina de un grupo de emprendedores que comercializan sus productos a través de Rutabuka, destacando el valor esencial de la producción artesanal. Además representa una iniciativa turística en la región de O’Higgins cuya idea es poder ser tour operadores que muestren en su más profundo sentido la riqueza que tiene esta región.

Este proyecto nace como un emprendimiento familiar, que tiene como objetivo inicial poder cumplir los sueños y vocaciones del matrimonio de Carolina Trujillo y Pablo Ortiz, por parte de ella, la vocación de servicio propia de su carrera de asistente social, y por parte de él, arquitecto con un notable interés por el turismo,  el común denominador para ellos es la conciencia y la valoración del trabajo y el mundo artesanal, la iniciativa de formar a sus hijos en un mundo sano que tenga un sentido.

“Ha sido súper lindo poder encontrarse con emprendedores que son como uno, que han luchado, que tienen temores, que tienen ganas de poder proyectarse y encontramos que había una falencia súper importante, que era no tener una vitrina real, por lo tanto hoy día hay tremendos emprendedores, con tremendos productos pero no hay un lugar que les dé difusión,  esta tienda cafetería Rutabuka acoge a los emprendedores que quieran estar acá y que cumplan de alguna forma con los estándares y con la formalidad que nosotros necesitamos para que puedan ser vendidos sus productos”, cuenta Pablo.

“No ha sido fácil construir esto, ha representado mucho sacrificio, convicción y una idea clara de lo queríamos lograr y de lo que no queríamos realmente,  un proceso de desarrollo personal y como pareja, porque a veces te dan ganas de renunciar pero luego nos dábamos cuenta que esto nos gustaba y nos apasionaba. Nos costó lograr afiatarnos en nuestro proyecto, pero finalmente lo logramos y así surgió Rutabuka” dice Carolina.

En relación a los emprendedores que han visitado para integrarlos a su proyecto Pablo y Carolina comentan: “Uno se encuentra con personas extraordinarias, con un tremendo historial para atrás, de esfuerzo, perseverancia, constancia, en donde muchas veces no ha existido el apoyo y han tenido que luchar por cuenta propia, eso es algo que hay que valorar, por lo que hemos visto se da en forma transversal, eso mismo nos ha dado pie para poder seguir adelante también, porque aunque no lo entendíamos al principio, nosotros también somos emprendedores. Eso nos enriquece porque la meta final de Rutabuka es dar plataforma y ayuda a aquellos emprendedores que no tienen vitrina y en este proceso de la vida hemos conocido gente también con la que hemos podido generar una red que es algo que muchas veces los emprendedores no tienen y poner esas redes a disposición de los emprendedores”.

Respecto a la cafetería Carolina señala; “En un principio nosotros partimos preparando un menú con un chef y eso significó varias complicaciones, entonces pensé que no era lo que yo quería, porque yo quería preparar las cosas, lo que yo quería era que la gente se sintiera en casa en este lugar y así no se podía, además la tienda no puede tener olores de comida, bueno en ese sentido el café tiene un olor agradable y llamativo”.

“Y así, comenzamos de nuevo con el concepto un café que no es por ganar plata, sino por una identidad, una cultura de tomar café, entonces se trata de saber tomar un buen café como con el vino y acá no hay locales para eso. Tuvimos la oportunidad de acceder a un buen café y ahí nos dimos cuenta que era un nicho que se acoplaba a todo lo que nosotros estábamos haciendo. A un buen turista le gusta un buen café”.

Y cuando hablan de emprendedores Carolina y Pablo se explayan:

“La diferencia entre este local y otros es que aquí no hay productos chinos, son puros productos hechos en Chile, hechos a mano, por lo tanto apostamos a un público que quiera acceder a un buen producto y por un precio justo. La idea no es poner precios por allá arriba porque queremos vender, venderle realmente los productos a la gente. Y entre todos poder generar la mejor estrategia, ver qué es lo que le ha servido a uno o a otro, para poder tener un gran equipo y todos de alguna forma lo han recepcionado súper bien, porque no tienen ese lugar donde poder exhibir sus cosas, están todos escondidos en sus lugares y con sus conocidos, pero en este lugar van a poder contar su historia”.

“Para nosotros es importante que valoren las marcas, porque detrás de esas marcas hay un sacrificio y una entrega que no tiene precio. Dejar de lado cosas, que uno podría haberse tentado en el camino y decir lo vendo y me ahorro el sacrificio”.

“En países de Europa lo orgánico, lo natural es muy valorado, nosotros tenemos tanto y no lo sabemos explotar, por eso nos están explotando desde fuera. Con los súper mercados se ha perdido el ir a comprar a los lugares específicos como la tostaduría, la verdulería, hoy todo se compra en un mismo lugar, pero es impersonal y eso ha hecho que se pierda el valor de las cosas, del trabajo detrás de los productos, de las manos que elaboran, eso tiene un sentido, eso tiene corazón”.

“Ha sido súper valioso para nosotros el poder conocer a personas que son tan iguales a nosotros, que han pasado lo mismo que nosotros vivimos. Son cincuenta personas que están con nosotros ahora y son un buen número, juntos se puede”.

“El emprendedor tiene un fundamento clave que viene de su historia, muchas veces de su infancia, aprendió a hacer las cosas bajo el abrigo de su familia, en el amor, las tradiciones, y sus productos representan lo que son realmente esas personas.

Queremos decir con esto, el emprendimiento tiene que ver con una historia, tiene que ver con perseverancia, amor, pasión,  ganas de no ser egoísta, porque al final los emprendimientos en muchas ocasiones sirven al resto, hay que valorar, perseverar y sobretodo ponerle amor a lo que uno hace y ser feliz”.

 

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