Hace 19 años que German Reckmann tiene su refugio, que es su centro de eventos “Entre Álamos y Cachapoal”, ubicado en Coltauco en la calle San Luis, “es un campo que heredé de mis abuelos y a mí se me ocurrió convertirlo en un centro de eventos y aprovechar la casona que tiene alrededor de 150 años, convertirla en un lugar para distenderse para divertirse, un lugar para comer rico y pasar el día en contacto con la naturaleza”.

“A mí siempre me ha gustado el turismo, yo estudié y viví en España trabajando en turismo, luego trabaje en otro rubro, y después de que mi papá se enfermó decidí vender todo y venirme al campo, estando acá vi que esto se podía transformar y empecé a restaurar la casa, acondicionarla para que fuera un centro de eventos”.

Estos 19 años no han sido fáciles, comenta German, “ha sido muy difícil, mantener esta casona es muy complicado,  la verdad es que cuando tu quieres apuntar a un público específico es más difícil todavía y a nosotros nos gusta mucho el atender bien, cocinar rico, preparar buena comida, quitar la idea, sobre todo acá, que había que servir mucho para que sea bueno. Eso costó, hacer entender que si uno hace un buen trabajo, se sirve comida rica que no tiene que ser necesariamente abundante en exceso”.

“Luego saber poner bien la mesa, con todos los servicios, la servilleta, cosas que para mí son importantes. Costó que la gente aprendiera y que lo valoraran”.

“Nosotros vendemos tranquilidad y paz, nos hemos dedicado principalmente a los matrimonios, pero también tenemos unas cabañas, son poquitas, pero la gente puede venir acá a disfrutar del silencio, la piscina, áreas verdes, lugares para caminar, el contacto con los animalitos, a los niños les gusta y disfrutan mucho nuestra casa en el árbol y por su puesto comida rica”.

“Hemos hecho un rescate de la cocina patrimonial, muchas recetas antiguas, recetas coloniales, la idea es ofrecerle a nuestros turistas una comida diferente, al igual que la comida cacera, pero bien preparado, bien presentado, muy rico”.

“Una familia puede venir perfectamente y estar todo el día, nosotros trabajamos con reserva, por ejemplo si tú me dices van a venir 10 personas o cinco personas, nosotros las atendemos, hacemos un trabajo muy personalizado; también atendemos colegios en el verano, están en un día de piscina, pueden pasear y se les ofrece almuerzo”.

Germán trabaja en forma permanente con tres personas y cuando tienen eventos, contratan part time a 10 o 15 personas más, generando de esta forma ingresos a otras familias.

El camino ha sido largo y no exento de dificultades, “pero la verdad es que me ha dado muchas satisfacciones, yo siempre he dicho, Coltauco y esta casa a mi me dio la posibilidad de desarrollar todo lo que yo había aprendido en mi vida, ponerlo en práctica, desde la creación, el diseño, la decoración, la cocina, todo eso fue lo que me cautivó y me ha enamorado de este lugar”, reflexiona Reckmann.

Con la experiencia que le han dado los 19 años dedicados a su emprendimiento, Germán recomienda a los emprendedores que recién se inician: “En primer lugar, tener cuero duro porque es difícil, perseverar, es importante partir paso a paso, yo al principio lo quería hacer todo y no es así, se hace todo de a poco. Bueno y así como quería tenerlo todo, cuando creí que lo tenía todo vino el terremoto y me tiró todo abajo,  ahí de vuelta volver a reconstruir todo y eso significa un terremoto interior también, porque yo consideraba que esto estaba listo para salir al mundo y vino este terremoto, y la casona quedó, no destruida, porque no hay daño estructurales pero, todo lo que había hecho se vino abajo. Y eso no ha sido fácil, ahora la tengo como museo, porque aún hay que trabajar para que vuelva a hacer lo que era”.

“Pero lo importante es ir paso a paso, la piscina por ejemplo yo la tuve a los seis años que llevábamos funcionando, las cabañas también fueron al tiempo después. Pero es eso, hay que ir disfrutando cada paso en la medida que uno va creciendo con su negocio, sino es un gasto inútil y te vas matando y en  esto, es importante ser feliz  y además hay que ser muy agradecido de la vida, la verdad es que yo siento que mi negocio me ha dado la felicidad y todo lo que uno quiere, poder ser independiente y además poder trabajar tu negocio como tú quieres”.

 

 

 

 

 

 

Print Friendly