“Necesitamos un buen manejo en atención primaria” fue una de las conclusiones del seminario sobre esta patología, organizado por el Servicio de Salud de O’Higgins. En esta línea, la carrera de Podología Clínica de Santo Tomás Rancagua entregó importantes consejos.

Enfermeras y médicos participaron del encuentro “Prevención y Manejo del Pie Diabético”, realizado en el Hospital Regional de Rancagua. En la oportunidad, la Jefa de Carrera de Podología Clínica de Santo Tomás Rancagua, Patricia Olavarría fue invitada a exponer el trabajo que se realiza con los estudiantes en esta casa de estudios: “Mantenemos la salud del pie y corregimos alteraciones de origen dermatológico u ortopédico que no requieran tratamientos invasivos”, explica la especialista.

Olavarría aclara que, como integrante del equipo de salud, la labor del Técnico de Nivel Superior en Podología Clínica es de prevención y educación: “En caso de encontrar alguna patología, el profesional debe ser capaz de derivar a quien corresponda, en forma inmediata. El tiempo en que se demora esto puede resultar en una amputación”, advierte. El pie diabético es una enfermedad compleja, responsable del 70% de las amputaciones realizadas en adultos.

A su juicio, es de extrema importancia la invitación realizada por el Servicio de Salud de O’Higgins: “Hay profesionales que no conocen nuestra labor. A partir de estas presentaciones se producen también cambios a nivel ministerial”. Dayana Valdivia Fernández, enfermera del Servicio de Salud de O’Higgins y encargada del programa cardiovascular en la dirección de atención primaria, concuerda: “Desde el Ministerio no tenemos lineamientos en relación a Podología, recién se está trabajando en esto”.

“Necesitamos que haya un buen manejo en atención primaria de todos los funcionarios podólogos que tenemos y los diferentes niveles de formación. Por eso, queremos unificar criterios de que es lo que se debería hacer en la atención de pacientes diabéticos”, agrega la enfermera.

Entre las tareas de educación que realizan los Podólogos Clínicos y que ayudan a la prevención del pie diabético, está educar en la higiene del pie, con énfasis en el secado y la humectación. También, recomendaciones sobre el uso de calzado y calcetas y la onicotomía (corte de uñas).

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