Según el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN 2018) más del 80% de las hortalizas en la región se riegan por surcos, lo que implica una gran pérdida del recurso hídrico en la zona.

En el marco del Día Mundial del Agua, este viernes 22, el gerente del programa estratégico regional O’Higgins HortiCrece, Álvaro Alegría,  se refirió a la importancia del uso eficiente del agua en el riego de las hortalizas, centrando las necesidades en  que esos sean tecnificados  y así evitar que este recurso hídrico se pierda en la agricultura.

Según el Centro de Información de Recursos Naturales (CIREN 2018) más del 80% de las hortalizas en la región se riegan por surcos, lo que implica una gran pérdida del recurso hídrico en la zona.

“Sabemos que en nuestro país escurre el agua desde la Cordillera de Los Andes y más del 80% escurre hacia el mar, por lo tanto tenemos que pensar que hay que tener alguna estrategia para que esa agua no se pierda sino que se acumule”, indicó el gerente.

Como primera medida apuntó a “tener instalados tranques, mini tranques, represas a objeto de que el agua que escurre  en el mar pueda ser almacenada para épocas críticas”.

Como un medio de llamar la atención sobre la importancia del agua y la defensa de la gestión sostenible de los recursos hídricos, el gerente de O’Higgins HortiCrece se refirió a la importancia de tecnificar los riegos en la región, para hacer frente a los desafíos del agua en estos tiempos. Hoy el riego por goteo alcanza sólo un 14,5 % de la superficie hortícola.

Al respecto señaló que “hay que avanzar también en el tema hortícola, en aumentar  la eficiencia en el uso del agua. Como es un bien escaso hoy gran parte de las hortalizas, más de 80% en la región, se riegan por surcos, es decir; el agua escurre y se infiltra en la tierra y obviamente la planta necesita muy poquito de esa agua que se pierde, por lo tanto hay que avanzar en tener métodos que sean eficientes como el riego por goteo u otros, que obviamente entrega la cantidad exacta que la planta necesita  en las raíces”.

Otro de los problemas en el proceso de las hortalizas  tiene que ver con la contaminación de las aguas. Hay que avanzar en tecnologías disponibles y que estén al alcance de los productores para descontaminar las aguas y que puedan cumplir con la norma de riego.

“Estamos regando con agua sucia y eso nos impone un deber de trabajar fuertemente en la descontaminación de esas aguas con tecnologías adecuadas, entiéndase con ozono, luz ultravioleta, filtros físicos; por lo tanto hay dos grandes desafíos en el tema hortícola: aumentar la eficiencia en el uso del agua y lo segundo descontaminarlas”.

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