A siete kilómetros del cruce de Malloa en la región de O’Higgins, se encuentra “Ruta de los Soles”, un maravilloso centro de eventos, propiedad de Ruth Ponce, su marido José Vergara y sus dos hijos, Sebastián y Pía.
Emplazado en dos hectáreas, “Ruta de los Soles”, rodeado de una exuberante naturaleza, pasó de ser un lugar de esparcimiento y descanso para la familia Vergara Ponce, a un emprendimiento que en conjunto han ido creando poco a poco.
“La idea surgió en el momento en que se acercó una productora a preguntar si lo arrendábamos para hacer un matrimonio, como todo resultó muy bonito, muy agradable, pensé, ‘esto es para mí’ y empecé a hacer eventos; celebramos cumpleaños, aniversarios de bodas, bautizos, fiestas de graduaciones, todo tipo de eventos, acá hay movimiento durante todo el año”, dice Ruth mientras muestra sus instalaciones.
De eso hace doce años y no han parado: “Partimos muy de a poquito, empezamos a arrendar el lugar para aprender, porque teníamos que tener la mirada de con quién íbamos a trabajar, ahora ya hacemos banquetería completa, nos ha ido bien gracias a Dios, todos como familia le hemos puesto mucho esfuerzo, mucha dedicación, los cuatro hemos hecho de todo, Sebastián ha sido desde chofer para los novios, barman, garzón, salvavidas, mi hija de paramédico, entre otras labores. Aquí hacemos todo porque lo importante cuando una empresa quiere surgir, es que la atiendan sus propios dueños”, argumenta la orgullosa gestora de “Ruta de los Soles”.
El centro de eventos cuenta con amplios salones, terrazas, quincho, piscinas para adultos y niños, hermosos jardines con un encantador bosquecito de eucaliptus, un bar al aire libre, entre otros atractivos que lo han convertido en el lugar favorito de muchos visitantes.
Y como la gran mayoría de los emprendimientos, Ruta de los Soles, es una fuente de recursos económicos para muchas otros empresarios del sector; “cuando se realiza un evento aquí, estamos todos involucrados, según la dimensión del evento; desde el colectivo que traslada personas hasta acá, banqueteros, garzones, se mueve mucha gente, hotelería, para la gente que tiene que quedarse, el supermercado, la carnicería, las flores y todo lo que se requiere para producir el salón. Todos vamos conectados, queremos hacer que todos surjan, el turismo envuelve, es muy grupal, es muy generoso”, señala Ruth.
Finalmente la emprendedora reflexiona: “Yo creo que el secreto del éxito es perseverar, ser como un mono pórfido, sobre todo en lo que más cuesta, como la documentación, los permisos correspondientes, insistir, insistir y uno lo logra. Yo creo que el llegar a la meta y decir esto es un paso y ahora hay que seguir, mantener y seguir adelante porque surgen muchas ideas y de ahí viene otra necesidad y va sumando mucho más, entonces la gente tiene que poner el corazón, mucho cariño y atender muy bien al público porque yo creo que la mejor propaganda es que la gente diga: si, aquí lo pasé bien, me gustó y me atendieron bien”.
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