
Día a día va creciendo más la tendencia al uso de productos naturales; terapias alternativas, alimentación saludable, plantas medicinales, entre muchas otras acciones que las personas están adoptando en su diario vivir, con el fin de lograr una vida más saludable a la par de intentar revertir el daño que los humanos hemos hecho al planeta.
Consientes de ello y queriendo aportar en el tema, es que María Fernanda Michelow Briones y Ana María Valdés Farías, tomaron la decisión de asociarse e iniciar un emprendimiento, así nace Amancay Rancagua.
Ubicada en Alcazar 762, Amancay Rancagua es una tienda destinada a ser un aporte a la vida saludable de la comuna y la región, como también un espacio de encuentro para quienes necesiten desarrollar otras actividades tales como; talleres, cursos, para que quienes padecen algún problema de salud, por ejemplo, intolerancia a la lactosa, al gluten y para que terapeutas de distintas disciplinas adquieran los insumos necesarios.

“Acá trabajamos con aromaterapia francesa, productos orgánicos, insumos para terapeutas florales, hierbas medicinales, plantas ornamentales, té y azúcar de productores regionales, específicamente de Coinco y Machalí. Contamos con una línea de super alimentos; proteínas de cáñamo, de maqui, leches vegetales de coco, almendras, entre muchos otros productos saludables”, “además ofrecemos hermosas prendas de vestir para los diferentes gustos”, señala María Fernanda.
Y agrega; “Este es un espacio de encuentro donde nosotras también trabajamos, creamos, hacemos artesanía, bordamos y estamos trabajando en implementar talleres para mujeres, niños adultos mayores. Queremos ser un espacio para que otras personas también puedan mostrar sus emprendimientos”.
En relación a cómo nace este emprendimiento, ambas socias comentan que decidieron dejar sus respectivo trabajos para dedicarle más tiempo a sus hijos, a sus familias y, a pesar de que un emprendimiento requiere mucha dedicación, esfuerzo, tiempo, a la vez permite involucrar a todo la familia, logrando de esta forma optimizar las labores propias del emprendimiento y el tiempo dedicado a la vida familiar.
En Amancay promueven el autosustento y el reciclaje; “es muy agradable si quieres comer una lechuga ir a tu huerta, por pequeña que esta sea, a sacar tu lechuguita fresca, cilantro, ciboulette, tus espárragos aunque sean cuatro, pero son tuyos. Y es todo natural, nosotros no ocupamos ningún elemento químico, si yo quiero desinfectar las plantas y sacarle los bichitos lo hago con ajo y con canela, tener tus propios huertos en tu casa es posible, aunque uno no tenga espacio, igual en una botella uno puede hacer una mata de apio, puedes hacer una plantita de tomates y vas a tener tus propios tomates y a la vez estarás reciclando”.
“Aquí en la tienda gran parte del mobiliario es reciclado, hemos ido a comprar los cajones a la feria, al verdulero de la esquina y los pintamos, hemos reciclado sillas que las tenían botadas, también mesas antiguas, pintar es parte de reciclar y en eso participa la familia entera, nosotras, nuestros marido y los niños que nos pegaron los palitos de helado en los letreritos, todo es familiar”, comenta María Fernanda.
Como mensaje a quienes quieren emprender, en Amancay aseguran; “hay que levantarse todos los días y decir ¡se puede, se puede! Y estar, porque el emprendimiento requiere tiempo y perseverancia, no dejarse caer e involucrar a la familia, el emprendimiento beneficia a toda la familia y todos deben aportar”.











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