Tras cuatro meses de rehabilitación, un ejemplar juvenil de aguilucho fue liberado en su ambiente natural en Laguna Petrel. El ave había sido entregada por un particular a profesionales del Centro UFAS de la Universidad Andrés Bello. El ave fue encontrada con dos fracturas y quemaduras ocasionadas a raíz de los incendios forestales que afectaron al secano interior y costero de O’Higgins en enero pasado.
“Lo primero que se hizo fue estabilizarla desde el punto de vista de la inhalación de humo. Esta situación genera varios problemas, desde la inhalación de cenizas hasta la temperatura de lo que está inhalando. Se trató con oxigenoterapia. Por suerte no tenía complicaciones a nivel pulmonar. Después de esto se trataron las fracturas con férulas y con reposo”, indicó Carolina Sánchez, médico veterinario del Centro UFAS-Buin Zoo.
“La probabilidad de reinserción de los aguiluchos es bastante buena, ya que son aves versátiles, tienen un equilibrio bastante bueno entre lo que comen y se adaptan bien al medioambiente”, agregó la profesional.
Oscar Camacho, subdirector nacional del SAG, indicó que “el rescate de fauna silvestre, en este caso de esta especie que fue liberada, es el corolario de una actividad que realizó el SAG en el momento mismo de los incendios”.
El aguilucho, Geranoaetus polyosoma, es una especie catalogada como beneficiosa para la actividad silvoagropecuaria y como beneficiosa para la mantención de los ecosistemas naturales. Si bien no se encuentra considerada en alguna categoría de peligro de extinción, su presencia es fundamental para el control de plagas naturales, ya que habitualmente consume desde gorriones hasta liebres.
“Esta liberación con la presencia de nuestros directivos del SAG y público en general, tiene por objetivo educar a la comunidad y sensibilizar a las autoridades para que mantengamos nuestras políticas de protección y sustentabilidad a largo plazo que nos permitan proyectar un futuro en donde la fauna sea un objeto de conservación primaria y esencial” señalo Diego Ramirez, Encargado de la Unidad de Vida Silvestre del SAG Ohiggins.
Aprovechando la estadía del SAG en la zona, ante el llamado de un particular, los profesionales también rescataron un ejemplar de Coipo (Myocastor coypus), que había sido perseguido por perros en una población del sector, el cual, luego de que los veterinarios constataron que se encontraba sin lesiones, fue relocalizado en un curso de agua del sector, que cumplía las condiciones de hábitat para su desarrollo.
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