En el marco del Mes de la Educación Parvularia, queremos destacar y agradecer profundamente la invaluable labor que realizan las educadoras de párvulos en los jardines infantiles de todo el país. Estas profesionales dedican parte importante de su vida a formar integralmente a los niños a través del juego, el afecto y una pedagogía de calidad, mostrando un compromiso y profesionalismo que muchas veces no recibe el reconocimiento que merece.

Sin embargo, esta labor tan significativa se lleva a cabo en condiciones que no siempre son las óptimas. Una de las mayores carencias es la falta de horas no lectivas destinadas a su formación continua. Esto obliga a las educadoras a buscar instancias de capacitación en su tiempo libre, muchas veces compitiendo con otras responsabilidades. Hemos sido testigos de su esfuerzo por perfeccionarse y el entusiasmo por mejorar para entregar lo mejor en sus salas de clases.

Reconocer su importancia no sólo debe ser un gesto simbólico, sino también una acción concreta. Necesitamos educadoras de párvulos altamente capacitadas para enfrentar los desafíos educativos del presente y del futuro. Para ello, es esencial que cuenten con espacios y recursos que impulsen su desarrollo profesional continuo.

Hacemos un llamado a valorar el impacto directo que tienen en los primeros años de vida de nuestros niños y su rol fundamental en la construcción de una sociedad más equitativa. Invertir en su formación y bienestar no es un gasto, sino una apuesta por el desarrollo del país.

Yael Codriansky
Jefa área Transferencia de Aprendizajes
Fundación Educacional Oportunidad

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