Cuando escuché y leí las declaraciones del nuevo técnico de O’Higgins, me entusiasmé y me dije, “a este no sé por qué pero le creo”. En la previa del debut, Patricio Graff, señaló que “su equipo” sería agresivo en la presión al rival y mordería en todos los sectores de la cancha.
Sin embargo, esa declaración para la galería y casi promesa quinceañera, “mamita nunca más tomo copete”, se quedó solo en la labia que todo argentino ostenta, porque ante La Calera, los “Celstes” demostraron graves falencias en su estructura y construcción del fútbol.
Hace cuánto sabemos que los centrales rancagüinos son recios en la marca pero lentos en el uno a uno?. Desde qué fecha sabemos que Ramón Fernández, ya no es conductor ni lanzador pero sí un buen complemento del volante central?. Y como si eso fuera poco, hace cuánto conocemos al “Pájaro” Gutiérrez?, delantero de fina extirpe ya extinta en Chile pero que resuelve con un delantero asistente y no en la orfandad que se le vió.
Tarea para la casa O’Higgins y compañía, pues, el viernes nos hicieron recordar las peores versiones de Milito, Larriera y Figueroa. Recuerden que “Chile Cambió” y Rancagua también. La paciencia no es la misma de antes.
Manuel Polgatiz Cádiz
Periodista
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