Se trata de 28 ejemplares entre los que se pueden encontrar especies nativas como el quillay, peumo y llantén y especies exóticas como el jacarandá.

Tras conversaciones que los vecinos de las Villa Lourdes Conavicoop y sectores aledaños junto con el alcalde de Rancagua, Eduardo Soto, se concretó un acuerdo entre las partes que llevó a la plantación de 28 ejemplares de árboles  nativos y exóticos adaptados al clima, en el bandejón central de la intersección de la avenida Lourdes con la ruta H30.

Los vecinos pedían que se hicieran áreas verdes en el sector y la respuesta inmediata que tuvieron del municipio fue que se hiciera un compromiso de cuidado de estas especies que pusieron a disposición para el espacio. Es así que se firmó un acuerdo de apadrinamiento de cada uno de los ejemplares para comprometer el cuidado de los árboles.

“Lo valioso de este programa es que el municipio no viene, planta y se va, sino que lo hemos hablado con los vecinos, durante todos estos años, donde nos hemos puesto una meta grande: mil árboles en noviembre en diferentes puntos de la ciudad y esto es lo que queremos replicar. No basta con pedir al municipio, sino que también comprometerse y aquí hay familias completas trabajando desde temprano, eso nos alegra mucho”, señaló el alcalde Eduardo Soto.

Por su parte, Claudia Quintanilla, Jefa del departamento de Áreas Verdes, señaló que “la plantación se estableció frente a cada una de las propiedades, para que cada cual apadrine un árbol, son 28 ejemplares, que en 5 u 8 años más van a conformar un eje verde”.

Una de las vecinas, Hilda Galaz aseguró que “estábamos pidiendo esto nosotros porque este sector se estaba transformando en un lugar donde venían a dejar desperdicios, sillones, colchones, basura en general”.

“Nosotros con mi familia apadrinamos antes este árbol y comenzamos a cuidarlo con compost pero resultó que salieron papas y zapallos y ahora nuestros vecinos le llaman la finca. Estamos contentos de tener un árbol nuevo para apadrinar. Nosotros le inculcamos a nuestro hijo el cuidado del medio ambiente y este es un muy buen ejemplo para él”, señaló la vecina Caroline Rojas.

Cada ejemplar tiene un crecimiento de cerca de dos metros con poco menos de diez años de edad y se espera que, mediante los cuidados de los vecinos y de toda la comunidad, el sector pueda contar con un área sombreada para disfrutar en los próximos años.

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