-Sostiene que la llegada de ellas a la industria ha traído mejoras en el clima laboral, en los indicadores económicos y de seguridad.

A sus 38 años de edad Carmen Duarte posee 7 de experiencia en el mundo de la minería, siempre en el área de las personas. Es psicóloga y Magister en Recursos Humanos. Como ella misma reconoce llegó a este sector porque “me invitaron a participar de un proceso, en una multinacional minera, sin tener idea de lo que hacían, absolutamente ignorante en temas de minería”, recuerda y acota que “fue un mundo nuevo y que, obviamente, tiene barreras de entrada: como el léxico que se utiliza y la manera de relacionarse: muy distinta a otras empresas, pero que también posee otras cosas maravillosas: es una industria que siempre está funcionando, una industria operativa, en donde tú ves que la gente hace cosas, no es una industria de servicios, por ejemplo”.

Gestora de cambios

Hoy, se desempeña en Codelco – Chile División El Teniente, donde es Consultora en Desarrollo Organizacional, tarea que como reconoce le encanta porque “tú estás en contacto con los trabajadores y trabajadoras, donde en general, tienen una cultura de mucha cohesión, hay mucho compañerismo, por los sistemas de turno, por las faenas alejadas, es decir,  tiene un sentido como de familia, que yo encuentro muy agradable y muy inspirador para trabajar”.

Además, precisa Carmen Duarte, “convengamos que es una industria que mueve la aguja de este país, entonces, ser parte de un desafío tan importante es súper llenador”.

En este contexto, Carmen ha vivido muy de cerca el cambio en la sociedad y en la industria, que comenzaron a hablar de igualdad de oportunidades y de equidad de género y de lograr la inclusión de la mujer en todos los ámbitos laborales, en que tradicionalmente, no han estado presentes, como es el caso de la minería. Por ello, es que desde su cargo como Consultora en Desarrollo Organizacional de División El Teniente ha tenido la posibilidad de aportar al desarrollo de la organización en esta materia, pues “veo todos los temas de transformación, por ejemplo, de estructuras organizacionales, de reevaluación de cargo, de iniciativas de gestión del cambio y una de las más grandes es la iniciativa de género y conciliación de la vida personal, familiar y laboral”.

La psicóloga recuerda que “lo más importante de una empresa son las personas y es con ellas con quien hacemos los cambios para alcanzar los objetivos, que en el caso nuestro es aportar al desarrollo del país. Y hoy, estamos con los temas de diversidad y conciliación de la vida laboral y familiar, que son tópicos contingentes, son el signo de los tiempos, van generando cambios en las empresas, los que permiten impulsar transformaciones más profundas. Es decir, los temas de la incorporación de la mujer a la minería, de la conciliación, de la igualdad de género, del respeto, permiten movilizar una organización para cambios más estructurales, entonces, estamos en una ventana hacia un mejor futuro, sin duda alguna”.

Aporte de las mujeres

A la pregunta ¿qué podemos aportar las mujeres a la minería? responde que, “las mujeres en la minería son un factor de cambio súper profundo; primero, es una señal simbólica de que los tiempos en minería están cambiando: de ser una industria súper centrada en sí misma, de tener códigos masculinos súper fuertes, de ser un sector productivo súper machista, pasar a un aumento en el porcentaje de mujeres en la industria minera, quiere decir que esta industria está cambiando y avanzando en pos de lo que la sociedad busca, que son relaciones más igualitarias y que todas las personas tengan acceso a trabajos decentes y de buena calidad”, puntualiza.

Asimismo, la Consultora de Desarrollo Organizacional de El Teniente, destaca que “las mujeres han hecho un cambio importante en minería, en el sentido de que se han incorporado no solo a los roles tradicionales asignados a ellas, sino que se han integrado también a la operación más dura. Y ello, implica que  traen consigo distintas maneras de trabajar, distintas visiones, códigos de compañerismo… y qué se ha conseguido con eso, un círculo virtuoso: mejoras en el clima laboral, mejora en indicadores económicos, de seguridad y de gasto en repuestos”. Y detalla “son más cuidadosas y más adversas al riesgo, lo que implica, en indicadores de seguridad -que es súper importante en minería- que tienen mejores resultados”.

Adecuaciones necesarias

Carmen Duarte explica que la organización tiene “medidas de flexibilidad que son bastante útiles para compatibilizar su rol de trabajadoras y madres. “Un ejemplo es el caso de las mujeres que trabajan en la zona alta de la División, que en su período de embarazo o de lactancia bajan al plano para estar más cerca de su bebé”.

Hay bastantes facilidades para cumplir los roles como trabajadora y como mamá –continúa la Consultora de Desarrollo Organizacional- y eso “te hace sentir que tienes derecho a vivir tu maternidad y que nosotros, como empresa, lo respetamos”.

La División El Teniente también cuenta con asignación de sala cuna y las cinco salas de extracción y almacenamiento de leche materna (ALMA), ubicadas en Interior Mina, Colón Bajo, Caletones, el Rajo Sur y Colón Alto. Estas hacen posible que las trabajadoras en período de lactancia puedan extraer y almacenar su leche materna. Estos espacios fueron implementados en el marco de un plan de mejoras en habitabilidad y de implementación de la Norma Chilena 3262 de igualdad de género y conciliación de la vida personal, familiar y laboral.

Valoración

Carmen Duarte señala que “como mujer, me han hecho sentir bien en esta División, tanto que nunca ni siquiera me he cuestionado que no pudieran valorarme de la misma manera que a un compañero. Sentir que se aprecian también mis diferencias, creer que yo puedo aportar a la mesa con mi mirada especial, hace que El Teniente sea una empresa bien especial, que valora cómo son las personas y sus diferencias, en comparación a otras firmas que esperan que las personas sean más uniformadas, lo que a veces, juega en contra a las mujeres”.

Consultada sobre qué acciones faltan a nivel del Estado, las empresas y la sociedad para que el porcentaje de mujeres en minería aumente a nivel nacional (8.3%) y a nivel de El Teniente (5.8%), la profesional de recursos humanos sostiene que “tiene que ver, en parte, con lo implementado en El  Teniente: mejores medidas de corresponsabilidad, pero impulsadas por el Estado.

Por ejemplo, un mejor sistema de sala cuna, mejores medidas que impulsen la responsabilidad parental, como en los países escandinavos donde los padres tienen un pos natal de seis meses y es obligatorio que se lo tomen”, detalla.

Además –sigue la Consultora de Desarrollo Organizacional- los horarios laborales son “mucho más acotados para que coinciden con las salidas de los colegios y eso, no es casualidad, hay una planificación política, social y demográfica detrás”.

En cifras, Carmen Duarte, sostiene que “estamos al debe, en medidas de corresponsabilidad impulsadas por el Estado; estamos muy atrás con respecto a países similares -en términos de ingreso o con economías similares a la nuestra- como Australia o Canadá, que son países mineros y que tienen un porcentaje de mujeres mucho más alto. Y también estamos al debe en el fomento de que las mujeres estudien mucho más carreras asociadas a la ingeniería o a las ciencias”.

Buenas experiencias

¿Qué programas y acciones les han dado buenos resultados en esta tarea de sumar más mujeres a El Teniente?

-En el marco de la Auditoría de Mantención de la Norma Chilena 3262 de igualdad de género y conciliación de la vida personal, familiar y laboral, presentamos como ‘una joyita’ el Programa Mentorías, porque nos permite hacer muchas cosas”, asevera Carmen Duarte.

Y detalla que el Programa es una iniciativa del Ministerio de Minería en la que participan junto a Minera Valle Central, desde el año 2016, beneficiando a alumnas de los cinco liceos, que en la Región dictan carreras mineras, las que son guiadas por mujeres profesionales de ambas firmas, conociendo, in situ, el mundo minero y cómo es posible ingresar y mantenerse en él.

En ese contexto, Carmen Duarte sostiene que el Programa Mentorías les permite “primero, acercarnos a la comunidad y demostrar que estamos interesados en estos temas; segundo: podemos darle oportunidades a las alumnas para que vean que la minería tiene una empleabilidad real para ellas; que es súper real el aumento del porcentaje de mujeres y que tenemos muy buenas profesionales que pueden contarles su experiencia. Además, para nosotros, es una inversión a futuro, es un ‘cheque a fecha’, pues si estas niñas quieren seguir alguna carrera en minería, después podrían trabajar con nosotros”. (Obviamente, si sigue todo su proceso de formación y si tienen un perfil para calzar dentro de las vacantes que nosotros estamos buscando, precisa la psicóloga).

-Además, hicimos un Programa de Aprendices, en conjunto con Beca de Talento que es parte de la Fundación Chile,  que busca formar personas en oficios que les permitan tener un ingreso a la minería. Este Programa fue solo para mujeres (de la Región de O’Higgins) y fue en el área de mantenimiento, que es un sector que está sub representado por ellas. Tuvo mucho éxito, la capacitamos durante un año y contratamos -ahora en julio- a 17 de estas operadoras – mantenedoras, como plazo fijo dentro de la División El Teniente.

Asimismo, Carmen Duarte, sostiene que este Programa de Aprendices les permite “focalizar las áreas donde necesitamos más personas a nivel operativo”.

-Y a nivel de posiciones de liderazgo -destaca la psicóloga- “en la División también hemos hecho el trabajo de ir a buscar ciertos perfiles al mercado, cuando no teníamos acá, como en jefaturas en roles de mantenimiento. Así se nombró a Natalia Yáñez como Encargada de Mantenimiento de una de las minas de la División”.

 

 

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