Llegaron a Chile escapando de condiciones de pobreza extrema. Acá se encontraron con la barrera del idioma, el frío y también la discriminación. Tras unos meses en el sur del mundo, estos hombres y mujeres provenientes de Haití buscan normalizar sus vidas y construir aquí su nuevo hogar.
“Este ha sido uno de los días más felices de mi vida”. Con esta simple pero potente frase Jean Philistin Volcy expresa lo que significó para él participar en el programa Yo Trabajo que el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, de la Región de O’Higgins desarrolló en Rancagua para 39 migrantes de nacionalidad haitiana, con el objetivo de mejorar sus condiciones de empleabilidad y ayudar a su inserción en el mundo laboral.
De esta manera, los migrantes, que anteriormente habían participado en un curso de español en la Gobernación de Cachapoal, recibieron formación y se capacitaron en diversos oficios, acorde a sus aptitudes e intereses, con la finalidad de alcanzar su inserción laboral. Una inserción que resulta más difícil cuando se trata de personas extranjeras, que se encuentran en situación de vulnerabilidad y se encuentran en una tierra muy distinta a la suya, con un idioma diferente, costumbres que no entienden y, por qué no decirlo, una alta dosis de discriminación.
Luego de analizar el tema con profesionales de FOSIS y de la consultora Quillagua, que llevó a cabo el proyecto, quienes los asesoraron y orientaron, cada uno eligió qué financiar con el recurso de inversión asociados al programa Yo Trabajo, pudiendo ser la capacitación en un oficio o la compra de implementos que ayudaran a encontrar empleo. Incluso, el inicio de un emprendimiento.
Así, mientras algunos optaron por aprender a manejar maquinaria pesada y herramientas; otros, por un curso de electricidad, o piano, o idioma español; o también cajero bancario. Otros, decidieron apostar por el emprendimiento, como la venta de ropa, de perfumes o pasteles.
Durante el último tiempo, el FOSIS ha abierto un espacio a la diversidad sociocultural de la pobreza, siendo la inmigración uno de sus ejes y creando una estrategia que aborda la interculturalidad. En ese marco, se ha puesto a disposición de las nuevas políticas sociales dirigidas a migrantes la oferta programática de la institución, siendo en esta Región el programa Yo Trabajo a través del cual se entregó apoyo a este grupo de haitianos.
La ceremonia de certificación del programa Yo Trabajo estuvo cargada de emotividad. Y es que ellos haitianos se toman muy en serio estas instancias. Llegaron hasta la Gobernación de Cachapoal felices, algunos de ellos prácticamente vestidos de gala para la ocasión; registrando cada instante con las cámaras de sus teléfonos y desplegando todo su encanto y gran personalidad. Se mostraron agradecidos y entusiastas por estar viviendo un logro; uno de los primeros de su estadía en el país.
Los acompañaron en esta actividad la Gobernadora de Cachapoal, Mirenchu Beitia y en representación del FOSIS el jefe del Departamento de Gestión de Programas, Eduardo González, además de los equipos profesionales que estuvieron a su lado durante este camino.
Especial mención para el haitiano Simone Laveture, quien gracias al proyecto profundizó sus conocimientos en piano y en el encuentro interpretó algunas canciones para sus compatriotas y también para los chilenos presentes. De seguro por unos minutos todos sintieron como que estaban en casa, sentimiento que debiese perdurar con la colaboración y empatía del país que los acoge. Porque todos hemos sido o seremos migrantes alguna vez, ya sea dentro del país o como ciudadanos del mundo.
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