Buena parte de la población desconoce la existencia de algún documento técnico que hable sobre la construcción en adobe. Asimismo, no deja de ser cierto que un grupo importante de profesionales de la Construcción desconoce la existencia de alguna normativa que trate respecto a dicho tema. Con esa premisa inicial, se desprende la idea sobre la poca importancia que algunas instituciones de educación superior y profesionales de dicho ámbito le dan al patrimonio arquitectónico y estructural en adobe.
En su mayoría, las investigaciones apuntan al desarrollo de nuevas tecnologías, con una mirada de futuro que se aleja de manera acelerada de nuestro pasado colonial, donde las fachadas continuas, los pilares esquineros, las cubiertas de tejas de arcilla y sus gruesos paramentos o muros de adobe reinaban en la panorámica de una parte importante de nuestro país.
Por lo anterior – y como un llamado de atención para nuestros estudiantes y profesionales de la construcción – los invito a revisar la Norma Chilena 3332 que establece puntos importantes para proteger el patrimonio de nuestras ciudades. Ese patrimonio que, en algunos casos por las deficientes o erradas modificaciones o la misma falta de mantención, ha ido sucumbiendo a los efectos sísmicos e inclemencias climáticas de los años vividos.
La misma norma nos orienta en los procesos que se deben considerar para lograr la conservación, que muy bien se define en dicho texto como: “conjunto de procesos necesarios para la mantención de la importancia arquitectónica, arqueológica, histórica, artística, científica, paisajística, biológica y social del patrimonio cultural, los cuales incluyen acciones de preservación, restauración y reconstrucción”. Entonces, es necesario conocer las definiciones propias de dichos procesos, las consideraciones que se deben contemplar al momento de realizar una intervención y los criterios estructurales y patrimoniales que se ven involucrados. De esta manera, la tarea de realizar una prospección inicial, un análisis estructural y un diagnóstico preciso nos permitirá en definitiva llevar a cabo un trabajo eficiente y duradero en el tiempo.
Muchas de nuestras construcciones históricas hoy son parte del recuerdo. Hagamos un esfuerzo para que lo que aún podemos disfrutar se mantenga como testigo privilegiado de la historia de nuestros pueblos y el legado silencioso de profesionales mujeres y hombres que trabajan por salvar nuestro patrimonio. No olvidemos nuestro pasado para construir un mejor futuro.
Werner Díaz Altamirano
Director de Carreras del
Área Ingeniería (Construcción)
IP-CFT Santo Tomás Rancagua
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