La presentación de la obra Shakespearemanía contó con la participación de la traductora de lenguaje de señas Ana Fuenzalida, quien representó su contenido para los invitados de la Agrupación de Sordos de San Fernando.
El concierto dramatizado de Shakespearemanía se transformó en un panorama ideal para los niños de la región, que están disfrutando de sus vacaciones de invierno y que llegaron hasta el Teatro Regional de Rancagua, ocupando prácticamente todas las butacas junto a sus familias, invitados por el Consejo Regional de la Cultura y las Artes.
Y es que aunque hayan transcurrido 400 años desde su muerte, las obras de William Shakespeare son y serán un referente para las creaciones actuales. Y como el objetivo es acercar el arte y la cultura a los niños, el Teatro Municipal de Santiago trajo esta obra a Rancagua, gracias al convenio de colaboración que existe con el Consejo Regional de la Cultura y las Artes, además de la colaboración del Teatro Regional.
Con música en vivo, los personajes recorrieron de manera lúdica y con una propuesta interactiva, las principales obras de este célebre dramaturgo, entre ellas Hamlet, Romeo y Julieta y Sueño de una noche de verano, sacando risas y aplausos de todo el público.
La directora del Consejo Regional de la Cultura y las Artes, Ximena Nogueira Serrano, destacó que lo más relevante de este concierto dramatizado fue el factor inclusivo, ya que cumpliendo con lo dispuesto en el marco de la ley de inclusión de la presidenta Michelle Bachelet, se contó con la participación de Ana Fuenzalida, interprete de lenguaje a señas, quien interpretó la obra para los integrantes de la Agrupación de Sordos de San Fernando, que asistieron al teatro.
De esta forma, la máxima autoridad regional en materia cultural, sostuvo que el trabajo con los niños y jóvenes es un tema prioritario para esta administración, en la cual, además, se reconoce el acceso al arte y la cultura como un derecho de todos y todas.
Los niños opinan
Sofia, de 9 años comentó que “me gustó la parte donde salía que enviaban una carta pero al final no la enviaban, me dio risa”. Junto con decir que le gustaría seguir participando en este tipo de actividades, agregó que “me gustó que haya habido actores y músicos en el escenario porque en algunas partes era gracioso”.
Gabriel, seis años, comentó que “vine al teatro con Sofia mi mama y la Nani, me porté bien, no me aburrí y vi casi toda la obra”. Agregó que lo que más le gustó “fue la parte del hada que se enamoró del burro”.
Las hermanas Josefina y Sofía, de 13 y 12 años, comentaron que “el principio fue un poco fome porque no se escuchaba bien, pero después se puso entretenida. Encontré que era una obra simple pero buena, porque mostraba los diferentes libros de Shakespeare de forma breve”.
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