- El Centro de Diálisis del HRLBO recibió a la totalidad de enfermos renales contagiados de COVID-19 en la Región de O´Higgins, para darles una oportuna atención. Para ello, la unidad debió realizar cambios en su funcionamiento.
La terapia de purificar la sangre del paciente que presenta fallas renales, es uno de los trabajos más importantes del Hospital Regional Libertador Bernardo O´Higgins (HRLBO). El Centro de Diálisis del establecimiento trabaja de lunes a sábado, permitiendo que los enfermos puedan recibir un oportuno tratamiento en base a sus requerimientos médicos.
Y durante la pandemia esta tarea ha sido vital. Cuando comenzó la emergencia sanitaria del COVID-19, el Centro de Diálisis del HRLBO implementó un sistema de atención centralizado, en base a una recomendación médica internacional, por lo que desde mayo esta unidad aseguró la prestación de todos los pacientes ambulatorios y hospitalizados, contagiados con el nuevo coronavirus en la Región de O´Higgins.
La jefa del Centro de Diálisis, Dra. Ana María Arévalos, indicó que “lo primero que hicimos nosotros fue desarrollar los protocolos de atención, segregar al personal y ver el apoyo médico, porque son pacientes que se complican fácilmente. Tuvimos que hacer algunos cambios en la unidad, como despejar algunos turnos para tener espacio para recibir a estos pacientes. Se capacitó al personal en cánulas de alto flujo y sobre el uso de EPP para evitar los contagios internos”.
De acuerdo a lo señalado por la doctora Arévalos, “el primer paciente lo recibimos el día 11 de mayo y desde ese día fueron aumentando progresivamente. El peak fue junio, cuando tuvimos las 24 unidades solo con pacientes COVID-19. Después de ello se ha ido viendo una lenta disminución de pacientes. Inicialmente recibimos sospechosos y confirmados. Esto fue hasta que el número se elevó tanto, que recibimos solo a los confirmados. Ahí los centros privados tomaron a los sospechosos y cuando fueran confirmados, llegaban a nosotros”.
Además de la hemodiálisis, esta unidad se encarga de la atención en caso de complicaciones de salud, el traslado y las hospitalizaciones, entre otras funciones. Cabe destacar que la cuarentena de los enfermos renales es de 28 días, porque su proceso de recuperación es más largo.
“El Hospital Regional es el centro de referencia de todos los pacientes crónicos renales que se dializan en la región. Tuvimos que hacer cupo y eso nos significó, lamentablemente, tener que externalizar a nuestros pacientes crónicos para generar espacio y poder recepcionar la demanda de enfermos asociados al COVID-19”, sostuvo la supervisora del Centro de Diálisis del HRLBO, Florencia Toro.
Para la profesional, el trabajo del equipo ha sido fundamental. “No es de uno, es el trabajo mancomunado de todos: del médico, de la enfermera, del técnico paramédico, del auxiliar de servicio, de nuestras secretarias que están siempre gestionando el ingreso de los pacientes y la coordinación con los otros centros”, agregó Toro.
“Hemos dado abasto a todo lo que se nos ha solicitado. Ha sido difícil, porque el personal también se nos ha enfermado, por lo que hemos tenido un flujo rotativo, con gente que ha debido trabajar mucho más de las horas que se le piden. Durante el peak nos vimos muy exigidos, pero los pacientes están agradecidos de lo que uno ha hecho”, concluyó la jefa del Centro de Diálisis, Dra. Ana María Arévalos.
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