Se trata de un equipo especializado que busca la información de punta que existe de un determinado tema, para que investigadores, empresarios y público en general sepa en qué temas se está innovando.
Cuando de buscar información de última línea se trata, navegar en internet solo permite ver la punta del iceberg. Se estima que una persona común y corriente sólo accede a un 4% de lo disponible. El otro 96% está en bases de datos, bibliotecas y otras plataformas de acceso restringido para el común navegante. Esa restricción se vuelve un problema cuando se trata de llevar a cabo investigaciones científicas, desarrollos tecnológicos o emprendimientos de punta, ya que no existe un referente para saber qué tan innovadoras son dichas iniciativas.
Resolver ese problema es el objetivo de la nueva unidad de vigilancia tecnológica de la Región de O’Higgins, presentada en el seminario “Piensa O´Higgins, vigilancia estratégica para la región”, realizado en el Hotel Manquehue de Rancagua. La nueva unidad, la primera de su tipo que crea una región, abierta a la ciudadanía, tiene como fin entregar servicios de información relevante y priorizada para apoyar la toma de decisiones en organizaciones públicas y privadas, tales como instituciones educacionales, municipalidades, empresas y público en general.
“La vigilancia tecnológica consiste en buscar información científica y tecnológica respecto a un problema específico y una solución específica. En un proyecto o investigación permite validar su grado de innovación, generar nuevos nichos de mercado o reproducir tecnología que no esté protegida, entre muchos otros usos”, señala Gastón Leiva, coordinador del proyecto, ejecutado por la Corporación del Libertador y financiado a través del Fondo de Innovación para la Competitividad (FIC) del Gobierno Regional de O’Higgins.
“El directorio de la Corporación aprobó que este FIC se transformara en una unidad de vigilancia permanente abierta a las empresas y organismos y totalmente gratuita, lo que la diferencia de otras que ya existen. Se trata de una iniciativa en línea con nuestra misión que es promover y ejecutar estudios y proyectos relacionados con el desarrollo productivo de la región y que es transversal a todas las áreas: turismo, cultura, agricultura, energía y minería”, explica Patricia Rojas, Gerente General de la Corporación del Libertador.
Hasta la fecha la unidad ha beneficiado en una primera etapa, a 600 personas y 40 MIPYMES, además de universidades, centro de investigación y empresas de mayor tamaño. En ella operan cuatro profesionales, quienes, a través de software especializados, bases de datos y bibliotecas globales buscarán información sobre diversas disciplinas. Conceptualmente, la Vigilancia Tecnológica (VT) es una metodología que se compone de cinco fases: identificación del problema; búsqueda y recopilación de datos; procesamiento y selección de la información pertinente y análisis y toma de decisiones.
Se trata de una metodología que se usa cada vez más en el mundo, ya que la información que entrega permite a las instituciones y empresas adelantarse al dinamismo del mercado global y reaccionar de forma más eficiente y en menor tiempo a los cambios.
Si bien las empresas de mayor tamaño cuentan con recursos para acceder a información de última línea, las medianas, pequeñas y micros no cuentan con los recursos que les permitan identificar información útil para sus procesos, lo que les resta competitividad y con ello ingresos y generación de empleo. Este es uno de los puntos clave que busca atacar la nueva unidad.
La VT desde diferentes perspectivas
En el seminario expusieron una serie de expertos de distintas áreas sobre la importancia de la nueva unidad, entre ellos Ariel Salvatierra, investigador del Centro de Estudios Avanzados en Fruticultura. “Esta unidad nos permite saber qué se está haciendo y qué está hecho, lo que es muy importante para desarrollar investigaciones nuevas y anticiparse a las necesidades del mercado”, señaló Salvatierra. “Como centro dedicado a la fruticultura y en el escenario de cambio climático actual, tenemos que estar muy conectados a lo que está pasando a nivel global, a fin de ser un aporte. En nuestro caso concreto, tener una unidad de este tipo nos permite postular a fondos públicos entre cuyos requisitos está el mérito innovador en distintos aspectos, como el científico, el tecnológico o el comercial”, agregó el investigador del CEAF.
Otra de las exposiciones estuvo a cargo de Andrea Muñoz, gestora de proyectos del Centro Regional de Estudios en Alimentos Saludables (CREAS), quien se refirió a la forma en que la institución hace uso de la VT. “La usamos para las postulación y la ejecución de proyectos, ya que vemos lo que tenemos de diferenciador para cumplir con los requisitos de innovación que pide CORFO en sus fondos”, señaló.
También expuso Álvaro Alegría, gerente del Programa Estratégico Regional de O’Higgins, Horticrece, analizó las implicancias de la VT para la horticultura. Cerró el seminario Gastón Leiva, quien detalló los principales resultados del FIC que dio origen a la unidad.
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