Director Regional, Felipe Osorio, visitó a usuarios del programa Yo Emprendo Semilla, dirigido a 110 personas afectadas por la emergencia del verano.
En Rinconada de Yáquil -sector rural de Santa Cruz- los incendios forestales del verano arrasaron con todo a su paso, incluida flora y fauna. Las llamas erosionaron los suelos y profundizó la escasez de agua, que incluso en épocas normales es un bien esquivo por estos lados. Tras la emergencia, los habitantes vieron cómo, además del peligro que les amenazó, se vieron afectadas sus fuentes de ingreso: no había pasto para el ganado; insumos para sus actividades; el panorama era poco auspicioso.
Fue lo que debió enfrentar Isabel Suárez, habitante del sector que se dedica a la producción de mermeladas y conservas: “no quedó nada de mora que es la que más piden”, comenta, entonces tuvo que conseguir frutas para poder sostener su emprendimiento.
Como ella, cientos de habitantes de las comunas afectadas por la catástrofe debieron enfrentar la pérdida de sus fuentes de ingreso. Es el caso de Cecilia, quien vive en Isla de Yáquil, también en Santa Cruz. Dedicada al cultivo de avena y la crianza de caballos, se quedó sin forraje para darle al ganado. Y aunque el Gobierno, a través de organismos del área agrícola, fue en su ayuda, era tanta la demanda que no bastó para cubrir todo el período de escasez.
Así, una vez que las cosas fueron volviendo a una supuesta normalidad, sin cámaras de televisión, helicópteros, bomberos y funcionarios de CONAF combatiendo el fuego; comenzaron a visualizarse con mayor claridad los otros estragos de la tragedia. De esta manera, Isabel y Cecilia se enfrentaban a una situación compleja.
Ambas se encuentran hoy participando en el programa Yo Emprendo Semilla que el Fondo de Solidaridad e Inversión Social, FOSIS, puso a disposición de 110 personas en nueve comunas de Colchagua y Cardenal Caro, con una inversión de 80 millones de pesos. Iniciativa orientada a personas afectadas por los incendios mencionados y que busca que los participantes accedan a asistencia técnica, capacitación y recursos monetarios para recuperar sus emprendimientos.
Isabel compró insumos e implementos para seguir haciendo las mermeladas que comercializa en el sector, actividad que le ayuda a costear sus gastos; mientras que Cecilia adquirió alimento para sus animales, los que cría y vende, generando un aumento del ingreso familiar.
Y así, otro centenar de personas ha comprado materiales para cercar sus predios, maquinaria, insumos y otros elementos para sus actividades productivas. Poco a poco, ven retornar la normalidad a sus vidas, aunque aún persisten los efectos del fuego, una emergencia que cambió el paisaje, pero que no tiene por qué cambiar para siempre sus vidas.
Recientemente, el Director Regional del FOSIS, Felipe Osorio Berríos, visitó a Isabel y a Cecilia en sus hogares. Compartió con ellas y pudo constatar en terreno los avances del programa Yo Emprendo Semilla. “Nuestro rol es asegurar que los recursos del Gobierno lleguen de buena forma a las personas y especialmente porque en este caso son personas y familias que se vieron afectadas por los incendios forestales del verano recién pasado”, expresó la autoridad.
“El Gobierno -agregó Felipe Osorio-, a través de FOSIS, implementó este programa con la mayor celeridad, de modo que estas personas logren estabilizar sus vidas y sus actividades productivas. Estamos muy satisfechos por este trabajo y lo más importante, las personas reconocen que esta iniciativa les aportó de manera concreta y efectiva”.
Un reconocimiento que hacen Cecilia e Isabel, hoy más tranquilas e intentando dejar en el pasado los días oscuros que tuvieron que vivir, contentas de participar en esta iniciativa y empoderadas nuevamente en como las emprendedoras que son.
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